La Plataforma Feminista de Ávila advierte sobre las desigualdades provocadas por la pandemia
ÁvilaredLunes, 08 de Marzo de 2021 Tiempo de lectura:
Mnaifestación del 8-M en Ávila en 2020.
Ante la falta de manifestación con motivo del 8-M, la Plataforma Feminista de Ávila ha publicado un video en el que recuerda a las mujeres que lograron distintos derechos alcanzados a lo largo de los años.
Y en un manifiesto ha apuntado las reivindicaciones con motivo de esta jornada, a la vez que ha lamentado el aumento de desigualdades con motivo de la pandemia, ya que las mujeres desempeñan un “papel desproporcionado en la respuesta al virus y en las consecuencias que éste ha traído”, dado que las trabajadoras sociosanitarias son mayoritarias, en primera línea, por encima del 70%, y también como cuidadoras en el hogar, además de que “el trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres ha aumentado como consecuencia del cierre de colegios, o por la clausura de servicios de apoyo a la dependencia”.
Manifiesto de la Plataforma Feminista de Ávila
“Los 8 de marzo de los últimos años han sido claves en la lucha feminista. Las mujeres hemos salido de forma mayoritaria a reivindicar nuestros derechos, derechos que aún nos quedan por conquistar.
Pero no pensemos que esta movilización feminista es algo reciente o fugaz; ya que la genealogía de mujeres que nos precede y que han dado su tiempo, sus ganas, su cuerpo e incluso su vida es infinita. Siempre hemos necesitado pelear para que la mitad de la población se igualara a la otra mitad, al menos sobre el papel.
Decía Simone de Beauvoir que “no olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Esos derechos nunca se dan por adquiridos. Debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”.
Y así ha sido. Este año 2020 tenía que ser histórico en lo relativo a los derechos de las mujeres, ya que se cumplía el 25 aniversario de la Plataforma de acción de Beijing y, en su lugar observamos cómo se agudiza la vulnerabilidad de los sistemas político, social y económico; lo que repercute junto con la pandemia en cada una de nosotras.
Las mujeres desempeñamos un papel desproporcionado en la respuesta al virus y en las consecuencias que éste ha traído ya que somos trabajadoras sociosanitarias mayoritarias, en primera línea, por encima del 70%, y también como cuidadoras en el hogar. Asimismo, el trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres ha aumentado como consecuencia del cierre de colegios, o por la clausura de servicios de apoyo a la dependencia.
La pandemia ha mantenido e incluso agravado las desigualdades que ya sufríamos y a día de hoy seguimos padeciendo en diferentes ámbitos de nuestra vida.
En materia laboral y de pensiones:
-Según el INE, el paro del último trimestre de 2020 en Ávila de las mujeres es del 20,7% frente al 12,4 % de los hombres.
-La brecha salarial entre mujeres y hombres en Castilla y León es del 22,9%, es decir, las mujeres perciben 5.657€ menos al año.
-La crisis provocada por la COVID ahonda la brecha salarial de las mujeres inmigrantes.
-La tasa de desempleo ha crecido en el colectivo de mujeres inmigrantes del 27% al 35%, vinculado con sectores muy golpeados, como la hostelería y los cuidados.
-La brecha entre las pensiones en España es del 34% y ninguna de las pensiones medias cobradas por las mujeres alcanza el Salario Mínimo Interprofesional.
-En Castilla y León, el 78,24% de contratos parciales se hacen a las mujeres; y la tasa de temporalidad de las mujeres es del 26% frente al 19,4% de los hombres.
-Los sectores de actividad feminizados han sido los más perjudicados por la crisis derivada de la COVID 19, lo cual perpetúa la feminización de la pobreza.
En lo relativo a los cuidados, conciliación y corresponsabilidad:
-El 95% de las reducciones de jornada han sido solicitadas por mujeres.
-Las empleadas de hogar, de las cuales en un elevado número son mujeres inmigrantes, han cuidado a las personas mayores durante la cuarentena sufriendo situaciones de aislamiento total sin poder descansar; conviviendo en muchas ocasiones con la enfermedad.
-El cierre de los centros educativos en la pandemia forzó a que muchas mujeres se acogieran a reducciones de jornada o excedencias para poder cuidar de las y los menores; así como de sus familiares dependientes ya que muchos casos el teletrabajo no era posible.
-La falta de políticas públicas que faciliten la corresponsabilidad dentro y fuera de las empresas hace que las mujeres tengan que elegir entre su vida laboral y personal, disyuntiva que sus compañeros hombres no plantean.
-Las mujeres siguen soportando dobles jornadas de trabajo, remunerada y no remunerada (laboral y de cuidado).
En lo relativo a las violencias machistas, la desigualdad más extrema:
-Desde el año 2003, 1082 mujeres han sido víctimas de la violencia machista. 1082 hombres las han asesinado.
-En el año 2020, 42 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas, según fuentes oficiales. La pandemia hizo que las mujeres víctimas de violencia de género estuvieran aisladas con sus maltratadores, lo que ha hecho que se invisibilice aún más su situación.
-Más de 8 millones de mujeres han sufrido acoso sexual a lo largo de su vida.
-Según datos del Comité CEDAW, en el año 2019 el 20% de las mujeres víctimas mortales de la violencia machista han sido mujeres con discapacidad, bien porque ya tenían la discapacidad o bien porque la han desarrollado por los actos de violencia.
-Cada año, en todo el mundo y en nuestro país, miles de mujeres y niñas son víctimas de trata con fines de explotación sexual.
-Miles de mujeres y niñas en el mundo sufren violencias machistas relacionadas con tradiciones patriarcales como la mutilación genital femenina.
Con estas cifras, este 8 de Marzo se hace aún más necesario que se oiga nuestra voz, nuestras reivindicaciones, pero no será tal y como lo hicimos en años anteriores ya que la situación sanitaria así lo requiere, y es por esto que desde la Plataforma Feminista de Ávila hemos decidido no convocar ninguna concentración ni manifestación. Hemos realizado un vídeo que muestra el camino que hemos avanzado y el horizonte que queda por conquistar.
A pesar de que nuestras reivindicaciones las hacemos cada día desde cada una de nosotras, este año tenemos que gritar tan fuerte que se nos oiga desde nuestras casas, porque erradicar las desigualdades de género y las violencias machistas es una cuestión de derechos humanos.
Por esto, desde la Plataforma Feminista de Ávila consideramos prioritario:
-Eliminar las brechas laborales (parcialidad, temporalidad) y la brecha salarial; las cuales cronifican la feminización de la pobreza.
-Subir las pensiones de las mujeres, lo cual tiende a hacerse tras el complemento de maternidad aprobada en las pasadas semanas; pero que para muchas mujeres es insuficiente.
-Dignificar y visibilizar el sector del cuidado. Tenemos que poner en el centro del debate quién cuida y cómo se cuida. Mientras la ética del cuidado no sea reconocida y valorada como tal, seguiremos sin visibilizar la desigualdad.
-Luchar por una corresponsabilidad real, para que las mujeres dejen de tener dobles e incluso triples jornadas de trabajo (remunerado y no remunerado).
-Equiparar los derechos de las empleadas de hogar con el del resto de personas trabajadoras de los regímenes de la Seguridad Social.
-Ratificar el Convenio 189 de la OIT sobre trabajo digno de las trabajadoras del hogar y el Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
-Integrar la coeducación dentro del sistema educativo como un eje fundamental para alcanzar la igualdad efectiva y real.
-Implementar políticas públicas en las que la agenda feminista se incluya en la agenda política para conseguir alcanzar participación paritaria de mujeres y hombres en las esferas de poder y ámbitos de decisión. No necesitamos que se hable de nosotras, necesitamos estar dentro de los espacios que tradicionalmente nos han sido vetados, participar en la toma de decisiones y que se nos escuche.
-Avanzar en la eliminación de violencias machistas, garantizando la sostenibilidad económica y financiación necesaria para dar cumplimiento a las medidas acordadas en el Pacto de Estado contra la violencia de género y en el Convenio de Estambul.
-Implementar una ley de violencia sexual, en la que se ponga en el centro el consentimiento de la mujer, y en la que se repare el daño causado a las víctimas.
-Denunciar de forma activa la violencia de género. Tenemos que dejar claro a los maltratadores que la violencia machista no tiene cabida en nuestra sociedad.
Este año nos veremos en las redes sociales y desde nuestras casas, pero el próximo 8 de marzo volveremos con nuestras voces y nuestros cuerpos a ocupar los espacios donde ya hemos llegado y aquellos donde aún tenemos que llegar.
Ante la emergencia social, el feminismo es esencial. ¡UNIDAS Y FUERTES, FEMINISTAS SIEMPRE!”,
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