El Obispado ha recordado que en marzo de 2020 ya ofreció más de 600 camas de distintos edificios diocesanos para ser utilizadas, llegado el caso, por quien pudiera necesitarlas: enfermos en aislamiento, personal militar, personas sin techo...

Ante la llegada de las vacunas, ha vuelto a realizar el mismo ofrecimiento, poniendo a disposición de la Junta "todo cuanto sea posible" para la realización de vacunaciones masivas a la población en "entornos amplios y seguros".

"La llegada de las vacunas es una luz de esperanza para todos, por lo que queremos facilitar los espacios necesarios para suministrarla", ha señalado el obispo, José María Gil Tamayo, antes de recordar cómo "en numerosas ocasiones" ha defendido la necesidad de "aunar esfuerzos y trabajar unidos por el bien común, que en este caso es la superación de la pandemia, gracias a un mayor número de vacunas que puedan llegar a toda la población".

En este contexto, ha indicado que la Iglesia diocesana muestra su "total colaboración con las autoridades competentes para favorecer este proceso" y "superar la pandemia", algo para lo que también ha defendido la necesidad de "cumplir de manera estricta las normas sanitarias" en los lugares de culto y otras actividades de pastoral.

Asimismo, ha recordado que desde la Iglesia se "sigue trabajando y acompañando a quienes la pandemia ha golpeado social y económicamente", destacando la "gran labor" que lleva a cabo la diócesis a través de Cáritas, con casi un millar de familias desde que comenzó esta crisis.