Se trata del sexto mes consecutivo en que aumenta el desempleo en Ávila, según los datos del Servicio Público de Empleo (SEPE) que, comparados con los del primer mes del año pasado significa un incremento de 2.162 personas sobre los de enero de 2019.

De los 13.413 desempleados 7.588 (+147) son mujeres y 5.825 (+165) hombres.

En cuanto a los sectores de actividad el de servicios es el que más ha perjudicado a las cifras, con 328 parados más, lo que eleva a 9.163 los desempleados.

El sector de la construcción tiene 1.275 desempleados tras aumentar en 28 personas, mientras que agricultura cuenta con 852 al registrar 28 menos. La industria aumenta en diez parados y son 762; y el colectivo de personas sin empleo anterior registra 26 menos y son 1.361.

Malos datos para CONFAE

Ante estos datos, CONFAE destaca la diferencia porcentual de parados en Ávla con los datos del conjunto de España, que se sitúa unas décimas por debajo, en el 2%. Una diferencia que "por escasa que parezca, es absolutamente un abismo, si se tiene en cuenta la elevada tasa de paro tradicional y endémica de la provincia".

No obstante, precisa que los datos son "aún peores" en cuanto a afiliación, ya que bajan en Ávila un 2,2%, frente a unos descensos que en Castilla y León y en España que se quedan respectivamente en el 1,3% y el 1,1%.              

Esta situación "tan crítica", no solo está "lastrada por la pandemia y sus efectos", que son "aún más devastadores" si se tiene en cuenta el elevado número de trabajadores afectados por ERTES de fuerzas mayor o acogidos a causas económicas u organizativas, sino que según la patronal abulense "viene provocada desde hace años por las debilidades sistémicas que padece la economía abulense", como la "falta de inversiones públicas en los últimos años" o la "deficiente" actividad industrial, entre otras cosas.

"Y para colmo de males, también están esas otras medidas que concibe alguna administración para salvar la economía y que, después de casi nueve meses de gestación, se quedan en buena medida en el formato informativo redundante, en lugar de servir de auxilio excepcional para determinados sectores empresariales, que siguen contribuyendo pese a no poder facturar, y que necesitan sobrevivir para mantener estructuras productivas y empleo", argumenta CONFAE.