Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025
A veces suele ser tentador colocar inversiones en un solo tipo de instrumento financiero, por comodidad o costumbre, pero eso también puede ser arriesgado porque nunca se sabe el comportamiento de los activos. Por tal razón, lo más recomendable es diversificar la inversión para, de esta manera, lograr equilibrar cualquier pérdida que se pueda dar en alguno de los frentes. En este sentido los bonos son una excelente opción que siempre se debe considerar.
La inversión en activos es una buena manera de poner a mover el dinero y hacer que crezca, claro que siempre hay riesgos que correr, porque nada es seguro en el mundo de las finanzas. Por tal razón, siempre es recomendable colocar capital en distintos instrumentos financieros.
Por ejemplo, podemos diversificar la cartera de inversión comprando bonos de distintos tipos para tener una base sólida que ayude a mitigar posibles riesgos, porque cuando se tienen inversiones en diversas áreas, los riesgos de perderlo todo disminuyen notablemente, es casi imposible que todos los activos caigan a la vez.
Entonces, si se quiere diversificar las inversiones, además de comprar oro, acciones, deudas, entre otros, se debe invertir en bonos, que son una excelente opción, ya que siempre son muy negociables.
Razones para diversificar la inversión
Cuando se habla de diversificar la inversión se quiere decir que el dinero se colocará en distintas partes, lo cual es muy saludable, por cuanto los riesgos disminuyen al no tener todo el capital en un solo activo que pudiera salir mal y dejar a cualquiera en bancarrota.
No es que nunca se vaya a perder, sino que lo que se pueda perder por un lado se podrá recuperar por otro, y así se podrá mantener capital para seguir invirtiendo. Pero si, por el contrario, sólo se invierte en un solo activo y el mismo cae, todo el dinero invertido se iría con él.
Diversificar el portafolio de inversiones puede ayudar a mejorar los rendimientos, por cuanto si se tiene una diversidad de activos equilibrada y se gestiona inteligentemente, cada uno aportará su parte en el momento que corresponda. Ese es el secreto de elegir un poco de cada área.
También ayuda a alcanzar metas de inversión, dependiendo de los tipos de activos que se negocien. Si, por ejemplo, el inversor quiere obtener mayores rendimientos sin importar la liquidez a corto plazo, entonces debe combinar diversos instrumentos que pueden servir para esos fines, como los bienes raíces o los bonos a largo plazo.
¿Por qué elegir bonos?
Los bonos son instrumentos financieros que soportan deudas con intereses que se liquidan en determinado tiempo con la correspondiente ganancia para el inversor. El emisor puede ser una compañía del Estado o una empresa que se compromete a pagar el importe establecido en el bono, en el tiempo estipulado en él.
Los bonos son una opción muy favorable por sus altos rendimientos (cuando se tratan de bonos a largo plazo) y convenientes tasas, que muchos utilizan para respaldar su portafolio de inversiones.
Son una manera efectiva de defenderse ante los momentos en los que el mercado se hace más volátil y contra la inflación a largo plazo. Además, suponen menos exposición ante los riesgos del mercado.
Los bonos son una excelente alternativa para diversificar las inversiones, principalmente cuando se quieren incorporar activos que se puedan recuperar a medio y largo plazo, con buenos rendimientos.
La garantía del pago en el tiempo determinado de los bonos, permite planificar la inversión, lo cual no sucede con otros tipos de activos que pueden variar de día en día y no se puede establecer que pasará mañana.
Estos instrumentos están protegidos legalmente, en el sentido de que tienen prioridad de pago en el caso que la empresa emisora se declare en quiebra. En cambio, al invertir en acciones de una empresa se corren los riesgos con ella, incluso de la quiebra.