Una empresa de reforma de la construcción que prioriza la eficiencia energética, y que ya prevé contratar a un fontanero y a un electricista, y una tienda de arreglos de todo tipo, que también ofrece formación para arreglar zapatos, coser botones, zurcir camisas o hacer mantelerías, son las primeras iniciativas hechas realidad, según ha destacado Samuel Hernández, responsable del área de Empleo de la organización no gubernamental.

Estas ayudas surgen gracias a los 80.000 euros que aportó el Grupo Inditex y la Fundación Crédit Lyonnais, y suponen dar un paso más sobre los programas de  orientación laboral que se llevaban a cabo hasta ahora, en los que el nivel de reinserción laboral es del 40 por ciento en un año y del 60 por ciento en los tres años siguientes.

La organización ha hecho balance de su actividad ante la celebración el domingo del Día de la Caridad. En el caso de los proyectos de empresa, al apoyo económico se une a dos meses de formación previa con talleres de creatividad y compartiendo la viabilidad de las ideas para evitar el fracaso del proyecto.

Según Hernández, a estas personas, que “viven momentos de dificultad económica”, se le forma en nuevas tecnologías, marketing y se realiza un plan de viabilidad en cada caso, para “empoderar” a sus promotores. Negocios relacionados con internet, la comercialización de aceite de oliva o la comida rápida son los proyectos que se estudian en la actualidad.

Voluntarios
Los voluntarios de Cáritas Diocesana son ahora casi 200, el doble que antes de la crisis, una de las cifras de la organización, que en 2012 atendió a 3.765 personas, y  a1.065 en lo que llevamos de año, según ha explicado sor Manuela, directora del Hogar del Transeúnte.

En este centro pernoctaron 722 personas el pasado año, el cinco por ciento más y con mayores problemas. El número de comidas que se dan, entre 20 y 25 diarias, ha aumentado en un 20 por ciento, sobre todo a hombres desempleados, y con edades de entre 25 y 35 años.

Perfil
Otro aspecto sobre el que han llamado la atención es el perfil de la persona que recibe apoyo. Según Hernández, “si hace algunos años eran personas sin estudios que demandaban empleos por cuenta ajena, en estos momentos es todo tipo de gente, incluidos arquitectos, ingenieros, topógrafos y otro tipo de personas con alta cualificación, pero que han tardado mucho en asumir su situación debido al ritmo y estilo de vida que llevaban, por lo que les ha costado pedir ayuda y, cuando lo han hecho, se encuentran ya en una situación francamente difícil”.

Por eso insisten en que cuanto más pronto se pida la ayuda, más fácil será salir del problema: “no voy a pesar lo que fui en el pasado sino dónde quiero llegar, porque muchos no asumen su nueva realidad a tiempo”.

El lema de la campaña de este año es ‘Vive con sencillez y otro modelo de convivencia nos hará felices’, que sirve para “recordar el compromiso de trabajar para que a nadie le falte lo fundamental para conservar su dignidad humana”, según el delegado de Cáritas, Fernando Carrasco.

“La propuesta es la de un estilo de vida más sencillo y austero, una forma de relacionarnos con los bienes, con las personas y con el mundo más justa y fraterna que nos permita acercarnos a la realidad de quienes viven en situaciones de pobreza y exclusión”, ha indicado. “Una llamada -ha añadido- que nace del espíritu del amor y la caridad cristiana, pero abierta a todo aquel que tenga una sensibilidad con el más necesitado”, para “escribir una historia propia de superación, sin depender de los poderes públicos”.