De este modo, ataviados con sus trajes típicos, los vecinos de Candeleda salieron a las calles junto con las rondas de tocaores para celebrar esta boda tradicional, como las que antaño se celebraban en el pueblo.

Dichos vecinos acompañaron al novio en busca de la su pareja, y los dos iniciaron el camino hasta la Iglesia, donde una vez casados, bailaron con todo aquel que se cercaba a prender los billetes en la manzana que la novia portaba, hasta continuar por las calles típicas del casco antiguo, entonando en ronda, las canciones de las bodas candeledanas.

También se celebró un pequeño convite al finalizar el acto, disfrutando de una limonada y unos dulces caseros.

Tras la boda celebrada el fin de semana, desde la asociación destacan la respuesta recibida a la iniciativa y confían en poder seguir manteniendo vivas estas tradiciones, para que la gente que no las ha vivido, las tenga en el recuerdo.