Son palabras de Antolín Sanz, líder provincial de los populares abulenses, ante los periodistas: “Hay ahora no habíamos dicho nada, porque no nos gusta vender humo”, aunque la llegada del juez de refuerzo era de dominio público desde que hace un mes lo anunció el decano del Colegio de Abogados.

Sin embargo, a renglón seguido ha relatado las conversaciones mantenidas a tres bandas (PP, Colegio Oficial de Abogados y Ministerio de Justicia) para lograr el quinto juzgado de instrucción de Ávila, que “una mano negra de un parlamentario socialista paralizó hace tres años y medio”).

El relato de Sanz ha unido dos actuaciones separadas en el tiempo del Ministerio de Justicia para concluir que, de facto, Ávila tendrá un quinto juzgado.

De un lado, se ha referido al nombramiento el pasado febrero por parte del Consejo de Ministros de un juez de refuerzo para aliviar la carga de trabajo de los actuales cuatro  juzgados, sobre todo de juicios de faltas.

De otro, ha revelado que el Ministerio de Justicia trabaja en la adecuación de la última planta de la sede judicial de la calle Vallespín, que se encuentra en ladrillo visto, para ampliar su actual infraestructura.

“El arquitecto de la obra se desplazó a Ávila recientemente y el proyecto puede estar redactado en 15 días”, ha señalado Sanz, quien ha calculado que la actuación estará ejecutada “en dos o tres meses”.

En dicho espacio, según Sanz, se habilitará “un despacho” para el citado juez de refuerzo, que podrá así desarrollar sus funciones de manera “autónoma”, después de haberse barajado la posibilidad de utilizar la biblioteca.

Hace apenas un mes, lo que este lunes el presidente del PP ha bautizado como “el quinto juzgado que reivindicaba Ávila”, el presidente del Colegio Oficial de Abogados, Pablo Casillas, lo consideró insuficiente y alejado de sus demandas. Entonces aseguró que el quinto juzgado se había quedado en un juez, nombrado por un año.