Del Viernes, 05 de Diciembre de 2025 al Domingo, 07 de Diciembre de 2025

Lograr que una marca represente una serie de valores positivos y perennes, y que estos a su vez estén ligados a una imagen de marca, es la meta de todo negocio para alcanzar el éxito y conseguir un volumen de beneficios suficiente como para amortizar las inversiones iniciales.
Esta asociación a cualidades positivas que se deriven de las acciones de la empresa es clave para fidelizar al cliente, conocer sus hábitos de consumo y elaborar campañas de marketing y estrategias de venta eficaces a medio y largo plazo.
No se puede entender el efecto que una marca genera en el consumidor sin antes hablar del branding, un anglicismo muy empleado en la industria publicitaria y del marketing. Su verdadero significado no está aprobado unánimemente en la actualidad, ya que depende de los elementos que se consideren esenciales para el afianzamiento de una marca que se adopte una acepción u otra. El branding puede entenderse desde el punto de vista puramente empresarial, como un concepto vinculado al proceso de creación y construcción de una marca que influirá en el devenir de las estrategias comerciales de la compañía. No obstante, el branding va mucho más allá: es el concepto de marca que tienen los clientes de una empresa, conjugando su concepción, valores, calidad de producto y estrategia comunicativa. La potencia de una marca se mide por la valoración que los clientes tienen de ella, y esta no es nada sin una buena apreciación en la mente colectiva del conjunto de consumidores.
Claves del éxito de una papelería corporativa
Los expertos en publicidad y expansión de marca encuentran tres elementos principales que permiten a una empresa gozar de un buen branding corporativo. El primero de ellos pasa por cuidar de los empleados, no solo como personas que trabajan en un proyecto común y que adquirirán una mejor valoración de la empresa si su esfuerzo se ve debidamente recompensado y se fomenta el buen ambiente laboral: también deben ser vistos como los que se encuentran en primera línea de consumición, siendo potenciales compradores del producto, ya que son ellos los que conocen los entresijos de la marca, y si ellos cuentan con necesidades que tú puedes satisfacer, debería ser tu marca la primera de la lista para recurrir a ella. Si no es así, algo se está haciendo mal para que otras opciones superen a tu propia empresa, que es su lugar de trabajo.
Por otro lado, debes ser consciente en todo momento de la imagen corporativa que transmites. La comunicación lo es todo en el día de hoy, no solo explícita, sino también implícita. Esta se encuentra en los productos, el trato a otros clientes, el mimo en el desempeño de tus actividades o la capacidad de respuesta del personal. La papelería online Dical es un excelente ejemplo de buena imagen corporativa, ya que cuenta con un portal web donde no solo se transmite al consumidor ideas por escrito que le permiten conocer mejor la marca y la necesidad que satisface: su diseño transmite por sí mismo los valores de su branding corporativo en un mensaje mucho más contundente que el primero. Al dilucidar en su portal web un catálogo de productos que supera ampliamente la docena de tipologías de papel y cartulinas, y se combina con una puesta en escena sencilla a la par que elegante, el consumidor asocia de manera inmediata las acepciones de claridad, calidad y concisión a su brand corporativo, mejorando la experiencia de compra. Este es el primer paso para alcanzar la ansiada fidelización del cliente.
El tercer elemento primordial para un buen branding corporativo es el cliente. La atención que se le debe prestar no termina en el momento de la finalización de la compra, sino que es esencial proporcionar una experiencia postventa sobresaliente, tanto en los casos positivos como, sobre todo, en los negativos. Conocer el nivel de satisfacción del cliente es vital para saber más acerca de las necesidades reales que se han satisfecho con el pedido, y conocer los aspectos mejorables que el cliente ha detectado durante su experiencia de compra. En caso de que el pedido no haya sido del agrado del consumidor, se le debe prestar toda la atención que merece y demostrar una más que aceptable capacidad resolutiva para proponer al cliente la mejor solución posible.
Analizar el mercado, clave para comprender las dinámicas de consumo
Gozar de un constante volumen de compras no solo es una buena noticia para los ingresos de la compañía: también supone una oportunidad de oro para conocer las tendencias del mercado, algo clave si queremos mantener los efectos beneficiosos alcanzados con nuestra imagen corporativa. “En nuestro plan de marketing debemos contemplar acciones que hagan llegar el mensaje de la marca a la mente de los consumidores, atendiendo siempre al efecto de sorpresa y acomodación que puede alterar la percepción de nuestro mensaje”, afirma Christian Ruz, experto en branding e imagen de marca. “Si queremos consolidar nuestro proyecto, debemos cuidar y medir nuestras acciones para que nos lleven a nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo”.
Por otra parte, el estudio de tu propio nicho de mercado te permitirá conocer más detalles acerca de la percepción de tu imagen corporativa entre tus clientes, un proceso elemental en las primeras etapas del desarrollo de una empresa. “Cada interacción con tu cliente es una oportunidad de mercado, lo que te permitirá recibir lo inputs necesarios para averiguar si estás por el buen camino y recopilar datos que te ayuden a tomar mejores decisiones en el futuro”, sentencia Ruz.
Esto hace que las estrategias empresariales sean más complejas al introducir más variables, puesto que el objetivo no solo es aumentar las ventas a corto plazo, sino invertir en acciones beneficiosas para el posicionamiento de la marca y en ROI (retorno de la inversión), algo cuyos efectos solo son perceptibles a largo plazo pero que son un valor seguro de cara al futuro.
Por último, la clave para dejar huella en el consumidor es construir una historia que emocione tanto de manera individual como colectiva. Las marcas que perduran en el imaginario colectivo son aquellas que han arriesgado a la hora de enviar un mensaje al consumidor y le hacen saber que comparten sus necesidades. En el caso de Dical el mensaje es muy claro, permitiendo al consumidor disfrutar de productos respetuosos con el medio ambiente, con materiales de calidad, asegurando una experiencia satisfactoria para todo tipo de clientes con papeles para finalidades variadas y proporcionándole un servicio posventa a la altura de las expectativas.





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