Desde 2017, la Ethereum comenzó a hacerse conocida junto a otras criptomonedas que no gozaban la misma popularidad que el Bitcoin. Con el paso del tiempo su crecimiento fue asombroso, de casi 400%, superando con creces al de la divisa digital más conocida gracias a su enorme cantidad de inversos.

Por eso no es de extrañar que incluso los juegos de casino online comienzan a incorporar entre sus medios de pago. Incluso la Bolsa Mercantil de Chicago piensa lanzar contratos de futuros de ETH para el próximo año, por lo que su valor sigue en aumento.

Si bien muchos medios especializados resaltan el máximo crecimiento de Bitcoin en este 2020, alcanzando los 22.610 dólares, Ethereum alcanzó sus máximos anuales con un 8.5% de crecimiento. En la actualidad ronda los 656 dólares.

Cabe destacar que hoy en día la cantidad de Ethereum que hace staking supera los 1.500.000 ETH, algo que equivale a más de 1.000 millones de dólares. Con el crecimiento de los staking, el valor del Ethereum seguirá en aumento. Según Glassnode, los depósitos se incrementan a razón del doble cada 20 días. Actualmente diferentes exchanges sitúan a esta criptodivisa por encima de los 600 dólares.

Uno de los diferenciadores de Ethereum respecto a Bitcoin es que puede albergar cualquier software descentralizado o criptográfico que se quiera, de igual forma pudiéndose programar usando lenguajes específicos para crear contratos inteligentes y además la tecnología Blockchain.

De otro lado, Ethereum ha sabido superar situaciones complicadas, como la del 4 de septiembre de 2017, cuando el Banco Popular de China (entidad reguladora de la moneda en el país) prohibió las colocaciones ICO de criptomonedas, con lo que la cotización sufrió un pequeño bache en su camino ascendente.

Una de las innovaciones que ha tenido Ethereum es el cambio del mecanismo PoW, en el que los mineros usaban hardware del tipo de GPU para procesar los problemas matemáticos que demandan las transacciones, pues esa resolución consume mucha energía. En la filosofía PoS no existen mineros, sino solo validadores de transacciones que deben participar en la misma.

En consecuencia, cuando cierta cantidad de validadores confirman ese bloque, es posible añadirla a la cadena de bloques. Al final de este procedimiento los validadores son recompensados, en un proceso conocido como “forging” o “minting”, con lo que deja de realizarse el minado original. La gran ventaja de PoS es que energéticamente es más eficiente, con lo que se garantiza la seguridad en la cadena de bloques.

Esto quiere decir que, con mayor cantidad de transacciones, en el futuro podrá comprarse habitualmente con ETH. En su versión 2.0, Ethereum será capaz de llegar a las 100.000 transacciones por segundo. Los responsables de esta nueva cadena de bloques resaltan la seguridad de este sistema, el cual recibe un mínimo de 16.384 validadores de cada transacción.

Estas innovaciones han permitido que, por ejemplo, el 14 de diciembre pasado se crearon  177.520 nuevas direcciones en Ethereum, algo no visto desde enero de 2018 y una tendencia que viene desde marzo de este año. En ese tiempo eran algo menos de 30.000 direcciones creadas, lo que significa haber tenido un incremento del 485%.