“Cuando se dice que no se pueden celebrar actos para festejas las campanadas, es que no se puede, si se dice que hay que controlar los aforos es que hay que controlar los aforos, cuando se dice que no puede haber cabalgatas, que solo puede haber actos estáticos, pues que no puede haberlas”, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. “No son recomendaciones, son obligaciones”, ha afirmado. 

“Ha cosas que son difíciles de imponer, es materialmente imposible poner un policía detrás de cada ciudadano”, ha afirmado.

"Quiero pedir algo a los ciudadanos, sean ustedes mejores que quienes les gobernamos", ha dicho después de que el Consejo Interterritorial de Sanidad Castilla y León, junto a otras comunidades, pidiera un documento conjunto sobre restricciones, ante lo que el Ministerio de Sanidad respondió dejando a los gobiernos autonómicos a que tomasen por su cuenta medidas más restrictivas.

En este sentido, Igea ha dicho que “hay días que se viven cosas incomprensibles" y ha confesado su “desesperación por vivir en un país con un presidente de Gobierno que está calculando con una cosa, que ni para él ni para la inmensa mayoría de los ciudadanos tiene precio”, como que la pandemia ha provocado “miles de muertos".

Por eso ha solicitado “sentido común". “Hay días que nos hemos vuelto locos y no sé de qué hablamos. Cuántas cañas, cuántas cenas, cuántas chorradas hay que hacer para que muera una persona", ha manifestado. “No podemos pensar que hay un precio en vidas humanas que podemos pagar", a la vez que ha dicho que “no puede ser la última Navidad de una persona por culpa de sus familiares”.

Igea ha advertido de la posibilidad de una “tercera ola”, que puede llegar con una ocupación de las camas de las UCIs de Castilla y León por encima del 40%, lo que supondría “un auténtico desastre".