Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Domingo, 28 de Septiembre de 2025
El investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Antonio López Sáez ha enviado una carta a los responsables de Medio Ambiente de la Junta donde muestra su “más que profunda preocupación" por la supervivencia de esta parte de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, y por los daños “irreparables” que sufre.
López Sáez es autor de un trabajo científico que ha demostrado que el castañar es un bosque autóctono con una antigüedad de, al menos, 3.000 años, “extremadamente vulnerable, y en peligro de desaparecer si continúa la actual gestión”, por lo que pide “un urgente y decidido cambio de gestión ante la posibilidad, cada vez más cercana, de que los daños a este bosque único y milenario sean irreparables”, según ha dado a conocer la Plataforma Salvemos el Castañar de El Tiemblo.
El estudio científico, publicado en 2017 y realizado a partir de un registro sedimentario fósil obtenido en una turbera localizada en el castañar, ha demostrado la supervivencia de este bosque emblemático durante, al menos, los últimos 3.000 años, pero también su “enorme sensibilidad frente a perturbaciones”, por lo que apunta en su carta que “si bien este bosque ha mostrado ser resiliente durante más de tres milenios”, teme que “las presiones y perturbaciones que sufre, actualmente y de unos años ahora, lo están convirtiendo en un bosque altamente vulnerable y con un riesgo muy evidente de extinción”.
López Sáez explica que el castañar “aúna unos valores ambientales únicos, una singularidad botánica y faunística sin parangón a nivel peninsular y europeo e incluso en el ámbito de toda la Región Mediterránea Occidental”, pero advierte que en los últimos años ha constatado “la degeneración progresiva de la cobertura forestal, o la pérdida de flora a una velocidad sorprendente”.
Turbera desaparecida
Recuerda que en su trabajo se basó en una pequeña turbera localizada en el seno del castañar, y que “años más tarde no ha sido posible volver a localizar”. Esta turbera, cuyo ecosistema está protegido al amparo de la Red Natura 2000, “desapareció, y mucho nos tememos, el registro fósil así lo demuestra, que su ubicación en una zona altamente frecuentada por la masificación turística, ha sido la razón de tal desaparición, la misma que puede conducir a la extinción del castañar de El Tiemblo, también protegido al amparo de la directiva europea”, lamenta el investigador.
El investigador del CSIC subraya que este espacio “de ninguna manera merece ni puede ser tratado como un espacio natural más, ya que es imprescindible que se atienda a su singularidad, fragilidad y reducida extensión”, lo que le hace afirmar que es necesario que “con urgencia se tomen medidas preventivas para su salvaguarda”, por lo que “no se pueden seguir manteniendo muchas de las actividades que actualmente se desarrollan tranquilamente en este bosque singular como si no pasara nada”.
López Sáez afirma que el castañar es “un bosque único, no un lugar de esparcimiento turístico ni de recogida otoñal de castañas, no es una ruta senderista de paso y mucho menos una vía para ciclistas incontrolados”.
Otros modelos de gestión
En la carta enviada a los responsables de la Junta les apunta que “existen modelos de gestión que compaginan el uso turístico limitado del espacio natural, con la conservación del mismo, permitiendo asimismo estudios de investigación que nos ayuden a comprender mejor su funcionamiento, estructura y pautas de conservación asumibles; y que paralelamente, sirven de impulso económico y social a las zonas en las que se encuentran”.
Y advierte que el castañar ha tenido “una larguísima y milenaria historia de resiliencia, de supervivencia, pero su presente y su futuro son muy preocupantes en el estado actual referido a las presiones que sufre y su gestión sostenible”, por eso “es necesario que con urgencia se tomen medidas preventivas para su salvaguarda”.
A raíz de esta misiva, la Plataforma Salvemos el Castañar de El Tiemblo dice haber encontrado en el citado estudio, ·un argumento más, y de mucho peso, para pedir ya, sin más esperas la protección efectiva del bosque mediante un cambio de gestión”, ya que “sería imperdonable que en 30 años, acabásemos con lo que ha sobrevivido milenios”.
Y recuerdan que ya el informe del doctor Gallardo Lancho del año 2017 mostraba su preocupación por el Castañar e instaba a tomar medidas.
La plataforma cita como ejemplo de gestión un modelo similar al del Hayedo de Montejo (Segovia), con visitas con cita previa, aplicando programas de educación ambiental y favoreciendo estudios de investigación sobre el bosque para un mejor conocimiento y conservación, que puede además servir de motor de desarrollo económico y social.
Más coches
Sobre la reciente incorporación de un técnico, creen que es una positiva, pero expresan su desconfianza sobre su efectividad de la medida, ya que son “tiritas para una herida por la que te estás desangrando”, ya que “muy poco una persona ante la gran cantidad de visitantes”.
Y señalan que el Ayuntamiento de El Tiemblo ha pasado de “negar que ocurriera nada en el Castañar” y hablar de “máxima preocupación y de controlar cualquier impacto que pueda alterar el espacio”. Sin embargo, este año han aumentado de 50 a 150 los vehículos que pueden estar de forma simultánea en el Castañar y se ha eliminado el control en los días de diario durante el otoño”.
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