En un país en el que llevamos contabilizadas 1.070 muertes desde que tenemos registros, este no puede ser un día más en el calendario, debe ser un punto de inflexión en el que todos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad como individuos para acabar con el terrorismo machista.

Un día como este debería servirnos para reflexionar sobre si hacemos todo lo que podemos para evitar la violencia contra las mujeres. Llamar la atención y denunciar a quienes tienen actitudes machistas y violentas, no mirar para otro lado cuando escuchamos gritos, no pensar que es algo privado, es una labor de todos.Aislar al maltratador y no a la víctima es nuestra obligación como sociedad y como ciudadanos y ciudadanas.

Los últimos datos dicen que 11.688.411 mujeres de más de 16 años han sufrido violencia machista.Hablamos de que más de la mitad de las mujeres en España han sufrido violencia machista en algúnmomento de su vida. Esto evidencia que no podemos hablar, bajo ningún concepto, de casos aislados, ya estas cifras son abrumadoras y resulta evidente que NO podemos consentir, como país civilizado que pretendemos ser,que la mitad de nuestras ciudadanas viva con miedo.

Esto nos lleva a buscar soluciones, a encontrar métodos para ayudar a las mujeres. De todos los mecanismos con los que cuenta el ser humano para defenderse, la educación es el más eficaz y potente. Educar en igualdad es educar en libertad y el respeto al diferente, igual que al semejante, es el principio básico para acabar con cualquier tipo de violencia, también la machista, y esa debe ser la base para vencer en esta guerra.

Pero mientras esa base se asienta, desde la Subdelegación del Gobierno trabajamos, dentro de las competencias y posibilidades que tenemos en esta materia, para ayudar a todas las mujeres que se sientan en una situación vulnerable. Por eso,hemos firmado en las últimas semanas protocolos de colaboración y coordinación entre Policía Nacional, Guardia Civil y las policías locales de los ayuntamientos de Ávila, Arévalo, Candeleda, Cebreros y El Tiemblopara la protección de las víctimas de violencia de género, y asícoordinar,más rápidamente, respuestas para que las mujeres que denuncian se sientan seguras y protegidas.

Para poner en contexto la situación de las mujeres en nuestra provincia recalcar que, en Ávila, en el primer trimestre de este 2020, se interpusieron 134 denuncias y están registradas 216 víctimas activas en el sistema de VIOGEN. Estos datos no son solo números, son mujeres, con nombres y apellidos, con familias y con hijos e hijas, también perjudicadaspor esta lacra social, personas muchas veces olvidadas,pero a quienes debemos prestar también toda la atención y el apoyo que necesiten para superar su situación; personas, en definitiva, afectadas por un problema que solo juntos, con la implicación de todos, de todas, podremos llegar a superar definitivamente para ser, finalmente, lo que defendemos ser, una sociedad avanzada e igualitaria con todos sus miembros.

Cuando una mujer víctima de violencia por parte de su pareja se ve capaz de denunciar, de dar el paso de salir de casa, acercarse a alguien y decir “me están maltratando”, debe sentir a toda la sociedad junto a ella, animándola, acompañándola. Su valentía debe ser la que nos haga levantarnos a todos y decir “BASTA”. Yo, como subdelegado del Gobierno en Ávila, animo a todas las mujeres maltratadas, a sus entornos, a que den ese paso, a que denuncien. En el Gobierno de España siempre encontrarán todo elapoyo que necesiten.

No en vano, fue en diciembre del 2017, cuando los distintos Grupos Parlamentarios, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales representadas en la Federación Española de Municipios y Provincias, ratificaron el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.Esto supone la unión de un gran número de instituciones, organizaciones y personas expertas en la formulación de medidas para la erradicación de la violencia sobre las mujeres. Precisamente este Pacto de Estadoes el que dota, anualmente, a los ayuntamientos de recursos económicos para actuar en educación y prevención.

Me gustaría aprovechar estas líneas para poner en valor y agradecer la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su lucha contra la violencia hacia las mujeres y resaltar la coordinación existente entre ellas y nuestra Unidad de Violencia de Género. Viendo su trabajo y dedicación está claro que las mujeres que se sienten víctimas de violencia machista no están solas y es un objetivo prioritario para nosotros que se sientan protegidas.  

Por todo el trabajo que se realiza en este ámbito, pero, sobre todo, por todo lo que nos queda por hacer, que es mucho, puedo volver a afirmar que no, el 25 de noviembre, no es solo un día. 25 de noviembre deberían ser todos.