Dedica suficiente tiempo
Tu dormitorio es el lugar en el que vas a pasar al menos una tercera parte de tu vida. Es tu lugar más privado, en el que puedes desenvolverte a tus anchas por completo. Se trata del sitio en el que vas a recargar energía para comenzar un nuevo día, además de dónde vas a tener completa libertad de expresarte.

Por lo tanto, dedica tiempo y esfuerzo a escoger el mobiliario para crear tu dormitorio ideal. Olvida la pereza y la desidia, pues es un trabajo que únicamente puedes hacer tú a la perfección. Es el momento ideal para personalizar tu espacio y que sea lo más agradable posible para ti, en lugar de simplemente hacerlo a medias y que no te termines por sentir a gusto.

Cuida el tamaño
Los dormitorios tienen diferentes tamaños y formas, y es algo que no se puede cambiar a menos que vayas a hacer una remodelación integral en tu casa. No es la idea si lo único que quieres hacer es cambiar tu habitación, por lo que tendrás que ingeniártelas con lo que tienes a la mano.

Entonces, todos los muebles que elijas van a tener la limitación del tamaño de tu dormitorio. Esto no es necesariamente algo malo, ya que una habitación pequeña te va a obligar a aprovechar mejor el espacio. Mientras, una grande te va a dar una mayor libertad, pero también tendrás que pensar con cuidado dónde colocar los muebles para que no se vean desordenados.

La cama: el factor principal del dormitorio
El objetivo principal del dormitorio es el de descansar, algo que vas a hacer en tu cama. Es por ello que es evidente que este mueble es la pieza principal, además de que suele ser el que ocupa más espacio. A partir de dónde ubiques la cama, los demás elementos se van a colocar a su alrededor, y su decoración va a depender de ella.

Busca una cama del tamaño apropiado, que te sea cómoda pero que no te estorbe al caminar por el dormitorio. En tiendas como el rey de las camas vas a encontrar opciones para todos los gustos y de varios tamaños, por lo que te va a ser bastante sencillo escogerla, y sin tener que salir de casa.

El cabecero
Los cabeceros son un elemento del que podrías prescindir porque no es necesario para tener un buen descanso. Sin embargo, es un elemento que va a dotar tu dormitorio de gran personalidad, puesto que tiende a resaltar mucho en toda la decoración. Por algo las revistas de decoración le dan tanta importancia, ¿no?

En primera instancia, busca un cabecero del tamaño adecuado para tu cama. Luego, piensa en el estilo que quieres que tenga la decoración de tu dormitorio. Si no estás completamente seguro, opta por colores sólidos y sobrios, puesto que quedan bien en la mayoría de casos.

El colchón
A continuación, deberás escoger un colchón que se adapte a tus necesidades para garantizarte un buen descanso todas las noches. Ten en cuenta que el tipo de colchón va a variar según tu peso, y si tienes ya alguna afección en la espalda que requiera de algún cuidado adicional.

Los colchones viscoelásticos son los más recomendados en la actualidad por todos los beneficios que tiene el material. El mismo se adapta al cuerpo de la persona que está encima, pero vuelve con bastante facilidad a su forma original. Puedes elegir tu colchón con diferentes capas para encontrar una combinación apta para cubrir tus necesidades.

El vestier: la pieza para el orden en un dormitorio
Aquí es donde vas a almacenar toda tu ropa y objetos de valor, por lo que tiene que ser lo suficientemente grande como para guardar todas tus pertenencias. Esto no significa que tenga que ser inmenso, ya que cuentas con un espacio limitado. Más bien, busca que sea amplio por dentro, pero no demasiado grande por fuera.

Los vestidores con varios cajones son ideales para organizar los diferentes tipos de prendas sin hacer demasiado esfuerzo. Simplemente, procura que el espacio principal sea suficiente para que entren todas las prendas más grandes, y que los cajones te sirvan como complemento para guardar los objetos más secundarios.

¿Una mesa auxiliar o una biblioteca?
Probablemente quieras un espacio para colocar objetos pequeños, ya sea por temas de decoración o para tenerlos cerca. Ambas opciones son buenas, y en realidad, podrías tener las dos si cuentas con un dormitorio lo suficientemente grande. Si no es el caso, tendrás que elegir.

Las mesas auxiliares son buenas cuando tu dormitorio es pequeño, y podrías colocarla en el centro de tu habitación o al lado de la cama. Mientras, una biblioteca te va a ser útil para guardar una gran cantidad de objetos, y deberá ir en una pared bastante amplia.