El detenido, de 35 años, acusado de la estafa, fue al domicilio del anciano a recoger el dinero acompañado por los otros presuntos autores.

El timo fue cometido por el método tradicional del tocomocho: el hombre fue abordado por el timador, quien le hace fijarse en un joven de unos 23 años que estaba sentado en un banco y que simuló ser disminuido psíquico y además encontrarse indispuesto.

El joven comenzó a conversar con la víctima y con la persona que hacía de “gancho”, que aparentemente no se conocen, pero que logran ganarse la confianza del timado: le cuenta que ha jugado a la Lotería Nacional y que su número ha sido agraciado en todas las series, premiado cada uno de ellos con la cantidad de 35.000 euros.

El cómplice y detenido, de 35 años, se presentó como una persona solvente, agente de la aseguradora Mapfre, y ofrece al anciano una posibilidad de negocio: intercambiar al joven los décimos premiados por una cantidad menor de dinero en metálico para no dejar en situación de desamparo económico al discapacitado psíquico.

Y así el supuesto agente de seguros llevó al anciano a su casa a recoger los 6.000 euros, Cuando se los entregó, la persona discapacitada dijo estar muy indispuesto y le pidió quwe le comprase un bocadillo porque necesitaba ingerir algo de alimento. Cuando regresó con el bocadillo al vehículo y los timadores se habían marchado, fue cuando se dio cuenta que había sufrido el timo del tocomocho.

La Policía mantiene la investigación para arrestar al tercer implicado.