Esta festividad coincide con la segunda ola de la Covid-19, donde se han impuesto medidas, que en el caso del cementerio de Ávila han sido las del control de aforos a un máximo de 250 personas; una puerta de entrada y otra de salida, la del crematorio; y la señalización para que los visitantes circulen en un sólo sentido.

Los miembros de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil, con voluntarios repartidos por el recinto junto a Policía Local, han controlado la entrada y salida, a la vez que han ofrecido gel hidroalcohólico a los asistentes además de vigilar que todo el mundo portase mascarilla.

La menor afluencia al camposanto en el primer día de noviembre ha obedecido, por un lado, a las visitas escalonadas, pero también al cierre perimetral de Castilla y León, que ha evitado el movimiento entre comunidades como Madrid.

Desde el 23 de octubre hasta el martes 3 de noviembre el horario de apertura se prolonga entre las 8 y las 19 horas, una de las medidas habilitadas para facilitar las visitas, que incluyen no permanecer en el recinto más de una hora y que no haya grupos de más de seis personas. No se han producido los tradicionales problemas de tráfico ante el cementerio, donse se habían habilitado 455 plazas de estacionamiento, que no han llegado a utlizarse.