Pero fue mucho antes, durante el mes de marzo con la llegada del COVID a España, cuando muchos de los trabajadores por cuenta ajena tuvieron que llevarse el trabajo a su hogar y, con ello, sus ordenadores y dispositivos para facilitar su trabajo o poner a disposición de la empresa sus ordenadores personales.
Muchos de estos dispositivos son antiguos, están desactualizados o simplemente no funcionan. Pero, ¿cómo podemos mejorar su rendimiento para trabajar con mayor agilidad?
Mejorando nuestro ordenador personal
A pesar de que en muchas ocasiones no podemos contar con ordenadores de última generación, podemos actualizar algunos de sus componentes a un bajo coste para mejorar el rendimiento de los mismos y trabajar de forma óptima.
Ampliar el disco o cambiarlo por un disco duro sólido, también conocido como SSD, nos permitirá trabajar con una mayor agilidad debido a su gran velocidad de lectura y escritura. El cambio de este componente en un ordenador de cierta antigüedad, como 3 o 5 años, hace que contemos con un dispositivo completamente nuevo.
Si a ello le sumamos la posibilidad de ampliar la memoria RAM, conseguiremos obtener una mayor cantidad de aplicaciones abiertas sin notar que nuestro ordenador empieza a ralentizarse. Dicha memoria es la que nos permite mantener diferentes aplicaciones en uso sin que afecte al rendimiento del ordenador personal.
Multiplicando nuestro rendimiento
Dos mejor que uno. Uno grande mejor que uno pequeño. Estamos hablando de un periférico que nos permite mejorar nuestro rendimiento. No es lo mismo trabajar en una pantalla de un ordenador portátil de 14 o 15 pulgadas que en una pantalla de 22 o 26 pulgadas. Es por ello que contar con una pantalla externa, junto a un cable VGA como los que ofrecen en RS Components, nos permitirá trabajar de forma dual en dos pantallas agilizando nuestras tareas laborales. Tan solo tendremos que habilitar la función de pantalla extendida en nuestro ordenador.
Si por el contrario solo queremos usar la pantalla externa conseguiremos una mejor visualización de nuestro escritorio y forzaremos menos la vista al contar con una pantalla más grande, algo que nuestros ojos agradecerán tras un periodo de confinamiento.
Cambiando nuestro ordenador personal
Si tu herramienta de trabajo está completamente obsoleta es el momento de pensar en jubilar tu ordenador y pensar en comprar uno nuevo. Y es que, en ocasiones, por más que mejoremos los componentes de nuestro dispositivo existe un "cuello de botella" que hace que no mejore su rendimiento.
Así pues, guíate por los múltiples consejos que encuentres en internet en base a la utilidad que le vayas a dar. Procesador, disco duro, memoria RAM y tarjeta gráfica son los elementos que determinarán el rendimiento de tu nuevo ordenador personal. De la misma forma piensa en los periféricos que vas a utilizar tales como impresoras, escáneres o mouse y teclado externos para asegurarte de que cuentas con los suficientes puertos USB..