El delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández, ha acudido a la presentación de este espacio, acompañado, entre otros, por el director del Museo Provincial, Javier Jiménez, y por el presidente de la Asociación de Amigos del Museo Provincial, Jesús María Sanchidrián.

Jiménez subrayado la trascendencia de contar con un “conjunto etnográfico importante”, que pasa a engrosar las colecciones del museo, tras dos años esperando a hacerlo, como sucederá próximamente con las piezas de los danzantes, donadas igualmente por diferentes entidades.

Las donaciones al Museo proceden de las asociaciones Cantobolero, de Navalacruz, y Siempreviva, de Pedro Bernardo, así como de los Ayuntamientos de Casavieja, El Fresno, Navalosa y Pedro Bernardo, junto a una donante particular, María Lourdes Araque.

En el espacio acondicionado pueden verse las vestimentas que emplean quienes participan en "Las toras" de El Fresco -cada 17 de enero-; "Los zarramaches" de Casavieja -3 de febrero-; "Los machurreros" de Pedro Bernardo -Sábado de Carnaval-; "Los cucurrumachos" de Navalosa -Domingo Gordo de Carnaval-, y "Los harramachos" de Navalacruz -Sábado de Carnaval-.

Todos ellos son rituales de origen “precarnavalesco”, pese a que varios de ellos salgan a la calle en la época de carnaval, mientras otros lo hacen en San Antón, según ha explicado el director del Museo, quien señala que el “común denominador” de estas mascaradas radica en el hecho de que aparecen “seres estrafalarios que dan miedo, producen ruido y tienen nombres estrambóticos”.

Además, coinciden en su objetivo de “espantar los males del invierno para propiciar la fertilidad de las personas, las cosechas, el ganado…”.

Valor simbólico

En este sentido, el delegado territorial ha hecho hincapié en el "valor simbólico" que tiene este acto que refleja aquellos rituales con los que se pretendía "espantar males con el cambio de estaciones, ahuyentando los malos augurios".

"Tenemos ahora un augurio ahora bien importante", ha añadido Hernández, en referencia a la pandemia que tantas repercusiones sanitarias, económicas y sociales está causando.

Igualmente, ha elogiado esta iniciativa que pone en valor estas tradiciones "históricas y milenarias", a la vez que ha invitado a los abulenses a conocer estas costumbres, que forman parte de la historia de Ávila.

Este nuevo espacio ha sido posible gracias a las donaciones realizadas en 2018, que ahora constituyen un conjunto etnográfico integrado por máscaras invernales e indumentaria de danzantes, provenientes de estas localidades de la provincia, si bien, hasta ahora no se ha podido acondicionar un espacio para las mascaradas invernales.

Recuperación

Con esta incorporación, el Museo Provincial contribuye a su conservación y documentación, ya que algunas se habían mantenido ininterrumpidamente, mientras que otras habían desaparecido, hasta que el esfuerzo de estudiosos locales ha contribuido ha su paulatina recuperación.

Para explicar esta incorporación a la exposición permanente del museo, ha tenido lugar una conferencia a cargo del profesor de Antropología de la Universidad de Valladolid, José Luis Alonso Ponga, titulada "Las Mascaradas de Invierno en la provincia de Ávila".

Además, se ha querido homenajear a Senén Fernández, de Navalacruz, uno de los protagonistas de la donación realizada por la Asociación Cantobolero. Este estudioso de la cultura popular era también artista, artesano, constructor y tañedor de rabeles, además de “alma máter de la recuperación de la mascarada en Navalacruz”, según ha recordado el director del Museo Provincial.