Se trata de un proyecto subvencionado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y la Junta, a través del Servicio Público de Empleo de Castilla y León, según ha recordado Pronisa.

La declaración del estado de alarma supuso la paralización del programa y, con ella, las actividades de prestación de servicios a los ciudadanos como las vinculadas al programa PROA, que desarrolla, entro otras entidades, Plena Inclusión Castilla y León y entidades asociadas.

El programa se reanudó el 15 de junio, y desde entonces han pasado más de un centenar de personas por las oficinas, obteniendo cinco de ellas un empleo.

Las instalaciones han sido acondicionadas siguiendo las pautas y recomendaciones de las autoridades sanitarias, que incluyen medidas de seguridad para desinfección y la protección tanto de los técnicos como de los demandantes de empleo.

Online y presencial

En este sentido, y como novedad este año, los demandantes de empleo participantes en el programa podrán ser atendidos en modalidad mixta: online y presencial.

De este modo, la entrevista inicial como las acciones de información, orientación, acompañamiento, prospección laboral, intermediación u otros procedimientos, que faciliten la mejora de la ocupabilidad y la búsqueda de empleo por cuenta ajena podrán realizarse del modo que más se ajuste al usuario.

Este programa, que ya ha llegado a su ecuador, finalizará el próximo 24 de febrero y tiene como objetivo mejorar el proceso de búsqueda de empleo, lo que favorece la inserción en el mercado laboral de los participantes.

Las entrevistas y jornadas de formación continuarán desarrollándose durante los próximos meses, hasta atender a 240 personas y realizar el seguimiento individual de cada una de ellas.