La Guardia Civil detuvo jueves a una persona como presunta autora de un delito contra la salud pública en la modalidad de cultivo y elaboración de droga, y otro delito por defraudación del fluido eléctrico.

La investigación, bajo el nombre de operación Roble, se inició al conocerse que en el interior de un domicilio podría existir una plantación o laboratorio clandestino de marihuana. Tras verificarse la existencia de la plantación, se solicitó autorización judicial para llevar a cabo una entrada y registro domiciliario, y se desmanteló un “sofisticado invernadero ubicado en interior de un garaje”, destinado exclusivamente para el cultivo ilegal de plantas de marihuana, cuyo suministro eléctrico había sido captado ilegalmente eludiendo el contador de energía.

Los agentes intervinieron 352 plantas de marihuana y numerosos aparatos destinados para su cultivo, como ventiladores, extractores de aire, lámparas, transformadores, abonos, fertilizantes, tubos conductores de aire, medidores de temperaturas y humedad, reguladores, y 180 euros.

La operación policial ha sido desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, auxiliados por la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila.

Esta operación es la undécima actuación de características similares realizada por la Guardia Civil en lo que va de año en la provincia de Ávila. En total se han incautado 1.587 plantas de marihuana y se ha detenido a 42 personas como presuntas autoras de delitos contra la salud pública.