Y es que durante el estado de alarma un vecino, Carlos Jiménez, llevó a cabo el reto “ascensión al Everest en casa”; también organizaron un bingo comunitario desde los domicilios; o una vecina; Lucía, impartió aerobic.

Ahora, y cercanas las fechas de Nuestra Señora de Chilla, han adornado la calle y las entradas de las casas, muchas de ellas con la imagen de la patrona de la localidad, que se encuentra en zona “naranja” por el alto número de casos a causa del brote en la residencia de mayores.

Los vecinos de la calle  La Vega han querido ofrecer “una imagen, un recordatorio, una mirada cargada de optimismo y esperanza al futuro”, así como “provocar una sonrisa con los coloridos contrastes de los banderines con el azul de cielo al pasear” por esta zona.

“No hay fiestas pero que lo parezca”, proclama la pancarta colgada en esta calle candeledana.