Estos hechos han salido a la luz a partir de la denuncia presentada por un veterinario, que exhibió la copia de las recetas que presuntamente él habría firmado. En su declaración dijo no reconocer ni su dirección, ni su firma.

El veterinario tomó la iniciativa al recibir del Servicio Territoriai de Sanidad de la Junta una notificación sobre la obligatoriedad de poner en conocimiento a la Base Nacional del Registro de Antibióticos, las recetas del medicamento que habría prescrito y que manifestó que no eran suyas.

Asimismo, las recetas estaban en formato de papel, cuando el veterinario denunciante lleva años tramitándolas de forma digital.

Por ello, la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaria realizó gestiones que derivaron en el descubrimiento de 110 recetas más, supuestamente falsificadas y expedidas a ganaderos de distintas localidades de la provincia.

Durante las investigaciones, los agentes tomaron declaracióna 17 ganaderos de diferentes localidades de la localidad.