Bajo el título de ‘Camina Ávila’, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago ha trazado un camino a partir de este lugar, conocido por ser una glorieta descentrada -en la confluencia de las avenidas de la Juventud y de los Derechos Humanos-, que llegó a ser establo y hasta polvorín, según Juan José Gómez Úbeda y Jesús López, guías de la ruta, quien ha contado que en la ermita se resguardaba a la Virgen de Sonsoles cuando era bajada a la ciudad para rogar lluvias ante la sequía.

En los restos de la ermita confluyen dos tramos del camino de Levante, ya que los llegan en bicicleta llegan por el puerto de La Paramera y los que lo hacen andando por Cebreros y el puerto de Arrebatacapas.

El Real Monasterio de Santo Tomás y la iglesia de Santiago, donde se encuentra "el único retablo dedicado íntegramente al apóstol Santiago", han sido otros altos en el camino, junto al Paseo del Rastro, donde han podido contemplar “un escudo con unas calabazas extrañas”, y en palacio de la Diputación Provincial han apreciado un escudo con 13 roeles de los Dávila “sustituidos por trece vieiras”, algo llamativo para Gómez Úbeda, a la búsqueda de rastros jacobeos.

El trayecto avanzó hasta la iglesia de San Esteban para culminar en el albergue de peregrinos de Las Tenerías Judías.

La intención de esta ruta, realizada el sábado por tercera ocasión, es el de “conocer joyas del patrimonio abulense vinculadas al Camino de Santiago, situadas fuera de las rutas turísticas, que no suelen encontrarse abiertas a los visitantes”. Esta ruta se repetirá todos los sábados de mayo (9,30, rotonda de los restos de la ermita).