Del Sábado, 15 de Noviembre de 2025 al Domingo, 30 de Noviembre de 2025
Actualmente nuestro teléfono móvil es seguramente el instrumento tecnológico al que más acudimos y manejamos todos los días. Estos smartphones son las herramientas favoritas para prácticamente todo, ya sea para chatear y quedar con los amigos, ver películas o series o para movernos por la ciudad. Por eso, hoy más que nunca es tan importante que las empresas tengan aplicaciones móviles que supongan un puente que mejore la relación entre estas organizaciones y los consumidores.
Desarrollo, diseño y gamificación
A la hora de crear una aplicación móvil para una empresa, hay que tener varios factores a tener en cuenta. El principal es que los creadores de la futura app ofrezcan un servicio más allá de la propia creación. En el caso de los desarrolladores Appcinking, que con más de 15 años de experiencia, crean apps a la medida de las necesidades del cliente. Con un diseño personalizado acorde a su imagen de marca, el objetivo es mejorar la relación de los consumidores, facilitando las herramientas de comunicación para mejorar la experiencia de sus clientes.
Un apartado realmente interesante dentro de las aplicaciones móviles es la gamificación. Esta categoría trata de sumergir esa relación de consumidor y marca en la dinámica de un juego. Conseguir puntos que terminen aportándonos como usuarios, beneficios a través de descuentos suponiendo un incremento constante en la usabilidad de la aplicación.
Los diferentes tipos de apps: ventajas e inconvenientes
Dentro de todos los diseños y desarrollo de aplicaciones que se pueden encontrar, estructuralmente casi todas se pueden clasificar en tres grupos: App nativas, Web App y Web App nativa.
-Apps nativas: Son aquellas que se desarrollan de manera concreta para un tipo de sistema operativo. En el mundo móvil existen dos grandes sistemas operativos para móviles: Uno es iOS y otro Android. Cada uno es diferente y por tanto si se requiere que una aplicación esté disponible en todas las plataformas, con cada uno de los lenguajes de cada sistema.
En cuanto a las ventajas podemos nombrar que tienen una actualización constante, que permite el acceso completo al dispositivo y que aumenta la visibilidad en las tiendas de aplicaciones. Entre sus inconvenientes destaca que este tipo de aplicaciones suelen suponer un gasto económico mayor de desarrollo. Un ejemplo claro de aplicación nativa podría ser el calendario de un teléfono.
-Web App: La principal diferencia que existe con las aplicaciones nativas es que la web app se puede programar independientemente del sistema operativo. Sin tener que crear aplicaciones en diferentes lenguajes se puede ejecutar en todos los dispositivos. Estas aplicaciones funcionan dentro del propio navegador web del teléfono móvil y todo ese contenido se adapta a la configuración de la pantalla del teléfono. Esta es pues la opción ideal si lo que queremos es adaptar la web a una aplicación móvil.
Aparte de la ventaja de que el código del lenguaje de programación sea el mismo para los diferentes sistemas, el proceso del propio desarrollo será por tanto más sencillo y económico. Su principal inconveniente es que se necesita de una conexión a internet y que para que los usuarios la utilicen, necesita promocionarse para darle mayor visibilidad.
-La web App nativa: Es una combinación híbrida de las dos anteriores. Agrupando las ventajas de las dos en una sola. Se desarrolla a través de lenguajes propios como HTML, CSS o JavaScript que permite la utilización en varias plataformas, pero con la opción de poder acceder a ciertas características del hardware del dispositivo móvil. Aunque esté desarrollada en esos lenguajes de la web app, se puede descargar de las diferentes tiendas de aplicaciones.
Como ventajas podemos señalar que da acceso a parte de las herramientas del dispositivo, lo que mejora su uso y que utiliza el mismo código para las diferentes plataformas. Como punto negativo, en ocasiones el diseño estético y visual no siempre va acompañado al sistema operativo con el que se termina mostrando.




