Los delitos habrían sido cometidos en San Pedro del Arroyo, teniendo como víctima a un vecino de la localidad, cuya denuncia dio paso el pasado mes de diciembre al inicio de las investigaciones.

Esta persona, tras haber realizado un pedido a una empresa italiana, recibió un correo electrónico en el que se le indicaba que debía realizar el ingreso del importe en otra cuenta bancaria diferente a la habitual, lo que le indujo al error.

Una vez comprobado que esa cuenta bancaria no pertenecía a la empresa italiana con la que realizó el pedido, la Guardia Civil inicio la operación bautizada como Sanke.

A partir de una "laboriosa investigación", se consiguió verificar que el dinero estafado "mediante engaño", era fraccionado en cantidades y transferido a otras cuentas bancarias para "dificultar su trazabilidad".

Cajeros automáticos

De esta manera, una vez que estaba en otras entidades, el dinero era reintegrado mediante extracciones en cajero automático para conseguir que se perdiera "completamente su rastro".

En el curso de las investigaciones, el Instituto Armado determinó que había dos personas implicadas y, tras obtener la autorización del Juzgado de Priemra Instancia número 1 de Fuenlabrada (Madrid), los agentes realizaron un registro domiciliario que concluyó con la detención de dos personas y la intervención de dos ordenadores, tres teléfonos móviles y abundante documentación bancaria de titularidad de cuentas corrientes, que vendrían a corroborar la tesis de los investigadores.

El origen del supuesto fraude parte del denominado phishing, un método empleado por los ciberdelincuentes para engañar a la víctima y conseguir mediante "publicidad engañosa", que la ésta 'pinche' y acceda a un "enlace maligno".

De esta manera, los autores tienen el control de su correo electrónico, así como información confidencial y contraseñas. La operación Sanke ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ávila.