“Hay empresarios que no pueden tirar porque no pueden aguantar la bajada de clientes”, ya que “abrir cuesta muchísimo dinero y hace falta tener un mínimo de clientes que no están consiguiendo” a pesar de las terrazas, que aunque cuentan con mayor espacio “dependen del tiempo”, ha dicho el presidente de Confae, Juan Saborido. “Son momentos delicados” y “no hay que echar la culpa a nadie” por la pandemia, ha añadido.

En este panorama la excepción son los alojamientos rurales, que “están colapsados de llamadas y de reservas”, ha asegurado, porque “la gente busca un entorno rural tranquilo”, para estar “aislados, con seguridad, donde no haya contacto con más gente”.

En el caso de los hoteles la situación es bien distinta porque “no abierto el mercado interior”, por lo que los empresarios están “deseando que se abran los mercados para dar seguridad” a los visitantes. “Cuanto más grande es el hotel la situación es peor”, ha explicado el vicepresidente de la Federación de Hostelería, Fernando José Alfayate, y el futuro no lo ven con optimismo: “es bastante fastidiado porque a causa de los rebrotes se están anulando las reservas”.

En el caso de bares y restaurantes cifran la reducción del consumo en un 58%, siendo mayor el gasto fuera de la capital.