1.Para empezar, lo que necesitas es:

-Una plancha, ¡cómo no! Como ya sabrás, las hay de muchos tipos, desde centros de planchado casi profesionales hasta planchas de viajes que caben en la palma de la mano… ¡y hasta tienen depósito de vapor!

En cualquier caso, hace pocos años aparecieron en el mercado las planchas sin cable, también llamadas planchas inalámbricas, que evitan algunos de los problemas que vamos a explicar más adelante.

-Una tabla de planchar. Puede ser grande, para apoyar en el suelo y que quede a la altura que te resulte más cómoda, o pequeña, como las que facilitan en los hoteles y que se apoyan sobre la cama u otro mueble. En todo caso, siempre deber planchar sobre una superficie dura.

-Tiempo suficiente. Planchar no tiene por qué ser tedioso, pero siempre hay que dedicarle el tiempo suficiente para hacer un buen trabajo. Si planchas algunas prendas es porque quieres tener un buen aspecto, ¿no? Pues entonces, dedica tiempo a conseguirlo.

2.¡Comprueba que la prenda puede plancharse! Mira bien la etiqueta y asegúrate de que admite el planchado. Si planchas una prenda de un tejido que no pueda plancharse, te has quedado sin ella. Si tienes la plena seguridad., no te la juegues. 

Generalmente en las etiquetas indican la temperatura de planchado y si es conveniente usar o no vapor. Sigue las instrucciones al pie de la letra.

3.Coloca la tabla de planchar. Si no tiene tablas de planchar, coloca la ropa en una superficie dura, como por ejemplo una mesa. ¡No planches sobre algo que pueda quemarse! Si no tienes tabla, coloca siempre una toalla o un paño entre la superficie y la ropa.

4.Organiza la ropa según el material del que están hechas. Cada material necesita un grado de vaporización, una temperatura de planchado y una forma de pasar la plancha. Ganarás tempo si organizas antes la ropa.

5.Por la prende sobre la tabla o la superficie de planchado. Estira la prenda para que no haya arrugas. Si pasas la plancha caliente sobre una superficie arrugada, después te costará mucho eliminar la arruga, porque se habrá hecho más profunda.

6.Calienta la plancha en función de lo que necesite cada prenda. Enchufa el cable de la plancha, o enciéndela si es una plancha inalámbrica, y ajusta la temperatura. ¡Empieza planchando las prendas que necesiten menos temperatura! Ten en cuenta que:

• Para planchar seda la base debe estar tibia, ni fría ni caliente. Plánchala por el revés, con pocas pasadas rápidas y con un poco de vapor.

• Para las prendas sintéticas utiliza también temperatura tibia, para que no se derritan.

• La lana y otros tejidos naturales recios se planchan en caliente, con pasadas rápidas.

•  El lino y el algodón necesitan mucha temperatura y gran cantidad de vapor, pues suelen tener muchas arrugas.

7.Plancha cada parte de la prenda por separado. Por ejemplo, si es una camisa, empieza por el cuello y sigue con los puños, las mangas, los hombros, etcétera.

8.Cuelga cada prenda en una percha para secarla del vapor. Si amontonas la ropa, habrás perdido el tiempo al planchar.

9.Algunos consejos para planchar mejor. Puedes seguirestos consejos y trucos para un buen planchado.

• Humedece la prenda antes de empezar. Si tu plancha no tiene pulverizador, deberías comprar uno. 

• Rocía la prenda de vez en cuando con un espray. 

• ¡Ojo con el cable de la plancha! Puede derribar la tabla. Las planchas inalámbricas no tienen ese problema…

• Cuando no uses la plancha, colócala en vertical o sobre su base. ¡No quemes la ropa ni la tabla!

• No pierdas de vista la plancha para no quemarte.

• Pon un paño de algodón húmedo sobre la prenda para que no le salgan brillos.

• Con las arrugas pertinaces, coloca un papel de aluminio entre la superficie de planchado y la prenda, y sobre ella un paño húmedo con un par de gotas de amoniaco. 

• No planches las prendas delicadas (seda, lino, satén, pana, rayón…) por la superficie, sino por el interior, para no estropearlas. 

• Cuando termines, deja enfriar la plancha al menos diez minutos antes de guardarla.