Según afirma este sindicato, a los 138 empleados se les obliga a "elegir una quincena" entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, cuando desde hace 38 años todos ellos podían disfrutar de un periodo vacacional de un mes, que ahora queda limitado a la mitad, después del “estrés” vivido en estas instalaciones durante los últimos tres meses para atender a los 129 residentes, con motivo de la crisis sanitaria.

Así lo han puesto de relieve el secretario general de la federación, José Carlos Pajares, y el secretario de Organización, Francisco José Muñoz García, quienes acusan a la institución provincial de “querer vulnerar el derecho de descanso vacacional reconocido en el artículo 40.2 de la constitución Española, nunca cuestionado en los 38 años que lleva abierto el Centro Residencial Infantas Elena y Cristina”.

En este sentido, y tras incidir en la necesidad de que estos empleados, 12 de los cuales están de baja por la Covid-19, “se recuperen totalmente” para afrontar la posibilidad de un segundo brote, tal y como ha apuntado Pajares, quien ha lamentado que todos ellos se sientan "maltratados respecto al resto del personal".

El mejor aplauso

“El mejor aplauso a todos ellos es dejarles coger sus vacaciones con normalidad”, ha sostenido el secretario provincial de Fesp, tras recordar que estos empleados lo han pasado “muy mal”. Por ello, ahora “esperaban poder planificar y disfrutar sus más que merecidas vacaciones”.

Sin embargo, casi cuatro décadas después, los trabajadores del centro no van a poder disfrutar entre el 15 de junio y el 15 de septiembre del mes de descanso que les corresponde, sino solo de la mitad, ante la necesidad de mantener a toda la plantilla, para lo cual, al igual que ha sucedido durante el periodo más crítico de la crisis, FeSP exige a Carlos García "contratar a más personal".

En este contexto, Pajares y Muñoz han recordado que las instalaciones fueron ampliadas por esta situación con un séptimo módulo para acoger al aislamiento de residentes infectados por la Covid-19, mientras otro se destinó a casos probables. Se trata de dos espacios estancos para residentes y trabajadores, que en esta situación no pueden acudir, como hacían antes, a otras zonas del centro, para cubrir posibles bajas de sus compañeros, debido a la situación actual, evitando posibles contagios.

Ante esta circunstancia, tanto pajares como Muñoz critican que al personal de este centro "se le ha perdido el respeto", de ahí que hayan firmado un documento de "protesta", dirigido al presidente de la institución provincial, en el que se hace constar su "indignación por ser tratados de tal manera", teniendo en cuenta que, "lejos de ser premiados por su labor -cosa que jamás han pedido-, parece que se les aplica un castigo".

Contrataciones

Por todo ello, UGT ha exigido que la Diputación que permita al personal tomarse entre el 15 de junio y el 15 de septiembre el mes que le corresponde, mediante la contratación de trabajadores que sustituya a los empleados que disfruten de su descanso estival.

En este sentido, Muñoz ha recordado que Carlos García "se jacta de reducir el déficit de la Diputación y de tener cuatro millones de euros de beneficios para poder disponer de ellos si hace falta". Así, ha propuesto que emplee esos fondos para dar descanso a la plantilla, ya que a su juicio "no se trata de un problema económico".

Muñoz ha acusado a García de realizar una especie de “juego de triletos”, a la vez que ha recreado un episodio de los Simpson para acusarle de no saber contar.