Su nombre está vinculado a la magia y el ilusionismo desde hace cuatro décadas, cuando dio a conocerse por sus apariciones en televisión. Natural de Cebreros, junto su trayectoria como mago e ilusionista, todo el mundo le reconoce su labor como difusor de estos espectáculos, por acercar esas artes a todo el mundo, siempre con un toque de gracia y humor de por medio.

Así lo practicó en televisión con Raffaela Carrá. Fue entonces cuando popularizó sus palabras antes de un número de magia: “Hula hula hula”.

Desde 1980 actuó en numerosas discotecas y salas de fiestas de toda España, entre ellas la madrileña Cleofás, donde sólo actuaban humoristas, y Windsor Gran Vía. Del especial fin de año de 1987 en TVE llegó a 'Hola Raffaella' y después a 'Encantada de la vida', en Antena 3 con Concha Velasco.

Espectáculos en numerosos escenarios han jalonado la trayectoria del mago, también como director artístico y maestro de ceremonias en cruceros o en convenciones empresariales, a la vez que numerosos eventos que apoyaba o promovía, siempre con la magia de por medio, aparte del festival Magiávila que organizaba en la capital abulense desde hace varios años. Su hijo Jesús sigue sus pasos desde muy pequeño.