La sentencia del Juzgado de lo Penal de Ávila explica que los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2006, cuando el grupo de cazadores recorría distintos parajes de la Reserva Regional de Caza para practicar la caza sin autorización, a pesar que es obligatorio contar con permiso escrito y nominativo.

Uno de ellos, que carecía de licencia de armas, portaba un rifle en cuyo cañón había  acoplado un silenciador para amortiguar el ruido de los disparos, por lo que ha sido condenado por un delito de tenencia ilícita de armas.

La sentencia expone como hecho probado que en torno a las 8 de la mañana, en el paraje Garganta de los Conventos, término municipal de Hoyos del Espino, tres de los acusados localizaron varios machos trofeo de cabra montés “para conseguir la recompensa o precio pactados días antes con los restantes acusados”.

Un cazador disparó e hirió a un macho, que fue rematado por otro disparo efectuado por otro y, tras cortar la cabeza del animal y esconder el trofeo, se señaló un nuevo ejemplar, que fue abatido, al igual que un tercero  ejemplar fue igualmente disparado y herido.

Uno de los ejemplares heridos apareció muerto días después, se trataba de un macho montés de puntuación 202, según el baremo internacional, con un valor de mercado de unos 3.950 euros.

Desde la Junta se ha manifestado su “agradecimiento” a sus empleados públicos y a otras administraciones y organismos, como la Asociación de Propietarios de la Sierra de Gredos y el Seprona de la Guardia Civil, por su participación en la persecución de hechos que pueden ser constitutivos de delito contra la fauna en la Reserva Regional de Caza de la Sierra de Gredos y que deriven de la caza ilícita de ejemplares de machos monteses.

También se ha subrayado la actuación de la guardería de la Reserva de Caza en el cumplimiento de sus funciones como encargados de velar y evitar el furtivismo.