El acto, celebrado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Ávila, ha contado con la asistencia de su viuda, Juliana Wilhelmsen, quien ha estado acompañada por compañeros y amigos del “mejor experto en el mapa de Roma”, según ha señalado el director de la Escuela Española de Historia y Arqueología (EEHAR) de la capital italiana, José Ramón Urquijo.

Junto a él también se encontraban el gerente de la EEHAR, Juan Carlos García Alía; la presidenta del colegio de Arquitectos, Julia Chamorro; el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera; el presidente de la Diputación, Carlos García, y el delegado territorial de la Junta, José Francisco Hernández, entre otras muchas personas que no han querido perderse este acto. Entre ellas también figuraba el que fuera durante más de una década presidente de la institución provincial, Agustín González.

'Excavación en Gabii. Diario-Taccuino (1965)' es el título del libro presentado este viernes en Ávila, dos días después que en Madrid y más de dos meses más tarde de que el pasado 10 de diciembre ocurriera lo mismo en Roma, tras su publicación por parte de la Escuela Española de Historia y Arqueología en la capital italiana.

Escritos y dibujos

Este trabajo reproduce en edición facsímil el diario que Rodríguez Almeida fue escribiendo y dibujando durante los ocho meses en los que dirigió las excavaciones del templo italiano de Gabii.

Precisamente una pequeña exposición situada en la segunda planta del Colegio de Arquitectos recoge algunas instantáneas de aquellos trabajos, en las que aparece el propio arqueólogo madrigaleño junto a documentos manuscritos del propio Rodríguez Almeida.

Minutos antes del inicio de la presentación del facsímil, Juliana Wilhelmsen ha presenciado, emocionada, el rincón que acoge esta pequeña muestra. Allí ha agradecido de manera efusiva este detalle.

Poco antes de que se iniciara el acto, José Ramón Urquijo ha señalado que el trabajo presentado es un libro manuscrito que Emilio Rodríguez Almeida regaló a quien era el director de la Escuela, el profesor Manuel Espadas Burgos, y al propio centro romano en señal de “admiración”, ya que ese mismo día “se había publicado una primera historia de la EHAAR”. “Emilio frecuentaba mucho la Escuela y como muestra de deferencia la regaló el libro”, ha recordado Urquijo, que ha definido al historiador abulense como “un sabio”.

Tras este acto por la mañana en el Colegio de Arquitectos, el Episcopio ha acogido por la tarde otro homenaje, similar al que se celebra cada año desde su fallecimiento, dando voz a amigos y personas relacionadas con el historiador. En este caso quienes ha rememorado vivencias con él han sido el naturalista Vicente García y el arquitecto Arturo Blanco.