Según el fundador y director ejecutivo de Onyx Solar, Álvaro Beltrán, en la cumbre celebrada en Madrid mostraron sus “soluciones innovadoras y sostenibles que tienen como objetivo luchar contra el cambio climático” que relató, surgieron “hace una década en un garaje con un sueño que parecía inalcanzable, el de convertir a los edificios en generadores verticales de energía y poner ungranito de arena para hacer nuestro planeta más sostenible” gracias a la fabricación de vidrio solar fotovoltaico, sector en el que son líderes mundiales.

En la Cumbre del Clima expusieron que Onyx ha completado más de 250 proyectos en los cinco continentes para hospitales en Noruega, universidades en Australia, aeropuertos en Estados Unidos, bancos en África o palacios de congresos en Canadá, y que multinacionales como Hewlett Packard, Balenciaga, Samsung, Novartis o Coca-Cola encargaron proyectos para integrar su tecnología en sus edificios, trabajando con prestigiosos arquitectos como Foster+Partners, SOM o Perkins+Will.

“A pesar de de ser todavía una joven empresa”, según Beltrán, la compañía “tiene un claro compromiso por combatir el cambio climático con una tecnología 100% Made in Spain, que permite que los edificios generen su propia electricidad”.

Vidrio arquitectónico

La compañía “lucha en dos frentes decisivos contra el calentamiento global”, por un lado “evitando la emisión de gases de efecto invernadero”, con la fabricación de materiales de construcción capaces de generar energía limpia y gratuita gracias al sol, para lo que han desarrollado “el primer vidrio arquitectónico que es capaz de convertir a los edificios de nuestras ciudades en generadores verticales de energía renovable totalmente libre de emisiones de CO2”.

La compañía, que ha sido galardonada con más de 75 premios internacionales y es Campeona de Europa de Innovación por la Comisión Europea en la actualidad, trabaja desde el convencimiento de que “la energía solar más sostenible es la integrada en los edificios”, ante unas ciudades que “no dejan de crecer, lo que está creando una enorme cicatriz sobre nuestro planeta que ya ocupa millones de kilómetros cuadrados, un terreno urbano que la naturaleza ya no recuperará jamás”.

Y es que, “para abastecer una ciudad como Londres con paneles solares, sería necesaria una inmensa huerta solar del tamaño de la mismísima ciudad de Londres”, apunta.

Otro frente es el de absorber las ingentes cantidades de CO2 de la atmósfera “con la instalación de la maquinaria más eficiente del mercado en cuanto a absorción de emisiones se refiere”. Es “una máquina desarrollada por la propia naturaleza que se alimenta de CO2 y, además, crece sola y sirve de hogar y alimento para muchos seres vivos, y que se llama árbol”, señala el responsable de Onyx.

Beltrán explica que han decidido que por cada metro cuadrado de vidrio que fabriquen plantarán un árbol en alguna zona especialmente devastada en la que se necesite recuperar el ecosistema, como el Amazonas, Indonesia o la India, “donde además estos árboles serán frutales con el objetivo de que sirvan de alimento para familias que viven en zonas devastadas por tifones e inundaciones”.