En su tradicional desayuno navideño con los representantes de los medios de comunicación, Gil Tamayo ha dicho haberse “pateado” la Diócesis en este tiempo en el que ha tenido la oportunidad de constatar la “cercanía con la gente”, en contra de la frialdad que algunos atribuyen a los abulenses.
“Me he sentido acogido y arropado”, ha dicho el obispo, que ha destacado el “calor” y el “cariño” que ha sentido por parte de los abulenses en este año al frente de una diócesis en la que tomó el relevo de Jesús García Burillo, actual obispo emérito y administrador apostólico de Ciudad Rodrigo.
Quien fuera hasta 2018 secretario general de la Conferencia Episcopal Española, se ha desecho en elogios hacia Ávila, donde ha asegurado sentirse “feliz”, ya que se trata de "una diócesis ideal para un obispo", debido a la "cercanía con la gente".
Que la gente no se vaya
Consciente de las dificultades de la provincia, ha pedido empleo y que "la gente no se vaya”, sobre todo los más jóvenes, debido a la falta de oportunidades, especialmente en un medio rural con vida en verano, pero con pueblos vacíos y aparentemente “abandonados” en estas fechas.
"Esto me duele, porque no quiero una provincia en recesión, sino con futuro, sobre todo para los jóvenes", ha explicado José María Gil Tamayo, quien se ha mostrado consciente de la despoblación al hablar del descenso de confirmaciones y de bautizos, debido a la baja natalidad.
Ante esta situación y el desempleo, el prelado considera que no hay que “resignarse como si fuese algo inevitable”.
Sacerdotes mayores
En lo que afecta a la Iglesia de Ávila, Gil Tamayo ha subrayado la elevada edad media de los sacerdotes, que en muchos casos "estiran" más allá de los 80 años su trabajo. Al respecto, ha puesto como ejemplo el caso de don Virgilio, que con 96 años "está todavía con dos parroquias".
Esta circunstancia le ha servido para echar manos de la ironía y señalar: "Digo en plan de broma que menos mal que no hay sindicato de curas, porque si no tendría problemas laborales, porque me pondrían límite”.
Por otra parte, ha reconocido tener “a tope” los carmelos, si bien echa en falta que haya “más abulenses”, ya que casi todos “vienen de fuera”. “No podemos perder cantera”, ha añadido, a la vez que ha hecho un llamamiento a “las abulenses” para que entre a formar parte de la familia carmelitana.
Para 2020, el obispo de Ávila ha anunciado actividades encaminadas a la conmemoración de los cincuenta años desde que Santa Teresa fue distinguida como primera doctora de la Iglesia.
Cohesión para España
Además, ha señalado que después del "análisis de la realidad social y eclesial", la Diócesis va a poner en marcha un plan pastoral de cinco años.
Por otra parte, desde el punto de vista político, ha pedido para España "unidad y cohesión", a la vez que se ha referido a la Constitución como “el gran pacto de gobierno de los españoles".
"Ese es el camino que no podemos dilapidar, ya que exige altura política y de Estado y olvidos de los particularismos", ha argumentado, antes de hablar de la necesidad de una "estabilidad tan necesaria para el desarrollo de las personas y de las familias”.
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Félix | Sábado, 21 de Diciembre de 2019 a las 16:54:43 horas
Las cosas bien claras, muy bien el obispo. Me parece un señor y alguien que dice verdades. Y lo dice un agnóstico.
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