El sindicato no comparte que la apertura comercial sea una demanda turística, ni de los turistas de manera general que visitan estas ciudades, por lo que critica que se autorice “de una manera indefinida en el tiempo, no obedeciendo a causas concretas y todo tipo de establecimientos, y no solo para la adquisición de productos típicos”, tal y como recomendó el Consejo Económico y Social.

Desde su punto de vista, “se está realizando una interpretación torticera de la norma, a fin de conseguir algo como es la libertad absoluta de apertura comercial, que además de no estar contemplada en la legislación vigente, es una autentica quimera para el sector”.

Denuncia también Comisiones “la política de los grandes grupos comerciales que presionan para abaratar sus costes laborales y a continuación, utilizando una vía excepcional, presionan para conseguir la liberalización comercial total”.

CC.OO. rechaza además la postura de la Dirección General de Turismo de calificar todo lo solicitado como zona de gran afluencia turística, “obviando su compromiso de ser restrictivos en estas declaraciones”.

Para el sindicato, la medida aprobada “sólo contempla los intereses que muestran los ayuntamientos afectados, sin tener en cuenta a los propios comerciantes, ni a los trabajadores del sector, auténticos paganos de esta situación”.