De acuerdo al plan de actuación contra la trata de seres humanos, las detenciones de produjeron el día 9 como presuntas autoras de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral.

La Guardia Civil de Ávila tuvo conocimiento, en una investigación paralela, que dos personas podrían estar siendo sometidas a explotación laboral en la zona de Cuéllar (Segovia), al tener una jornada de lunes a domingo desde las 8 de la mañana hasta las 20 horas sin ningún día de descanso, desempeñando 12 horas continuas de trabajos agrícolas de recogida de ajos como temporeros.

Al mismo tiempo, la Guardia Civil de Segovia localizó un asentamiento de temporeros en esa comarca y obtuvo información sobre este hecho.

Al ser las mismas personas a las cuales estaban investigando los agentes de ambas provincias, se  iniciaron las operaciones Nerolf y Curtidor, realizando investigaciones conjuntas y averiguando que estas dos personas habían sido captadas en Rumanía, prometiendo que por los trabajos agrícolas percibirían unos 60 euros de jornal, dependiendo de la cantidad de producto que pudieran recolectar, además de que les sufragarían el viaje hasta España.

Se trasladaron desde Rumanía en autobús hasta Madrid, donde fueron recogidos por los arrestados y llevados hasta la zona de Cuéllar, donde fueron alojados en una vivienda en la que  permanecieron encerrados bajo llave durante las noches, y solo se les permitía salir para trabajar.

Una vez en España, los empleadores no les realizaron ningún tipo de contrato laboral, e incluso les reclamaron el coste del viaje, de unos 350 euros, aumentando así la deuda contraída en concepto de gastos de manutención, sin haber cobrado ningún salario por los días trabajados.

Por estos hechos, los captadores fueron detenidos y puestos a disposición de la autoridad judicial. La actuación policial ha sido desarrollada conjuntamente por las unidades orgánicas de Policía Judicial de la Guardia Civil de Segovia y Ávila.