El sondeo que ha empezado a utilizarse se perforó en 1986, cuando serios problemas de agua, pero no llegó a utilizarse. Ha comenzado a aportar 2,3 millones de litros diarios, que se unen a los 1,7 millones procedentes de los tres sondeos de El Soto suman cuatro millones de litros, que son una cuarta parte del consumo (16 millones) que se hace a diario en la ciudad, según ha explicado el alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, quien ha destacado que la cantidad es inferior a los 20 millones que se gastaban hace un año.

“El trabajo está concluido, hemos conseguido lo que pretendíamos”, ha dicho al visitar la estación de bombeo situada en El Soto, adonde llega el agua del nuevo sondeo por la conducción construida los últimos días, y se une a los sondeos de El Soto, desde donde “se lanza el agua” hasta la zona del puente de Romanillos, por una tubería de cinco kilómetros que va cerca del río Chico. En el puente de Romanillos se une a la que procede del embalse de Becerril con destino a la potabilizaora situada en el paraje de Palenciana, junto a la Escuela de Policía.

El caudal de los sondeos está limitado por la la conducción que va desde El Soto a Romanillos, construida en 1986, ya que sólo es de 20 centímetros de diámetro.

El agua de los sondeos supone “añadir calidad” y “mejorar el caudal”, además de sumar caudal cuando “haya problemas de abastecimiento en los embalses”, ha manifestado el alcalde, quien ha dicho que se desconoce la cantidad a captar: “creemos que no debe haber problemas, pero es imprevisible”, ha indicado, a la vez que ha destacado la riqueza de los acuíferos del Valle Amblés.

Serones

El agua que llega ahora a los grifos procede del embalse de Serones, que se encuentra al 30% de su capacidad, debido a que se ha dejado de captar del embalse de Becerril, dejando como reserva el de  Fuentes Claras, que se encuentra al 90%.

Según el alcalde, es “imprevisible” determinar hasta qué momento se podrá seguir consumiendo el agua de Serones, debido a que  ya que "las circunstancias pueden cambiar", como por ejemplo la reacción de las algas del fondo ante cambios de temperatura o por las condiciones de luz.

Las reservas “siguen bajando”, ha advertido el alcalde, por eso ha llamado al "uso razonable y responsable" de agua, a la vez que ha agradecido la colaboración demostrada por los vecinos desde que se decretó la situación de emergencia a mediados de julio.

Arsénico

Preguntado por la posible presencia de arsénico en el agua captada, Sánchez Cabrera ha dicho que “en principio no va a haber ningún problema", dado que el 25% de la aportación procedente de estos cuatro sondeos "se va a envolver con el de agua que se capta de los embalses" y que "se puede consumir perfectamente con todas las garantías de consumo humano".

“Dicen los expertos que no habría ningún problema en el caso que hubiera un pequeño nivel de arsénico”, ha señalado.