Y es que por muy buena y placentera que sea la posterior penetración, de poco sirve si los dos no os habéis fundido previamente en un gratificante período de amor mutuo. Si quieres que tanto tú como tu pareja disfrutéis al máximo de los preliminares no dudes en aplicar las siguientes claves con las que te será fácil conseguirlo.
Olvidarse del tiempo
Uno de los primeros errores que se cometen consiste en calcular el tiempo durante el que tienen lugar los preliminares. Si bien es cierto que no conviene que acontezcan fugazmente, no debes tener en cuenta cuánto tiempo lleváis para saber si ya es conveniente o no pasar a mayores.
La cantidad de minutos suficientes dependerá del día y de las ganas de ambos. En ocasiones bastará con algunos besos, puesto que por unos u otros motivos los dos ya estaréis a tono desde hace rato, resultándoos difícil aguantar las ganas de fusionar vuestros cuerpos. Por el contrario, ciertas situaciones darán pie a que la fase previa deba ser trabajada más profundamente: un masaje, una sesión de sexo oral, etcétera.
Generar una atmósfera de complicidad
Si sois una pareja muy activa en la cama probablemente queráis probar cosas nuevas de manera regular. Parafraseando otra vez a los sexólogos sale a colación el hecho de que “innovar en el ámbito íntimo es clave para mantener la relación en un estado óptimo a todos los niveles”.
Sin embargo, es innegable que dar ciertos pasos exige una alta dosis de complicidad por ambas partes. Por este motivo los preliminares pueden ser aprovechados con tal de aumentarla. Solo así determinadas posturas y prácticas que parecen difíciles, dolorosas o por ciertos motivos inicialmente causan rechazo, acabarán siendo deseadas por los dos.
Juguetes eróticos: un soplo de aire fresco
Precisamente el aumento de complicidad es fundamental para introducir en la cama unos elementos que son idóneos para la realización de los preliminares. En efecto, nos referimos a los juguetes eróticos.
Por mucho que pretendáis innovar incluso en los momentos previos a la penetración, no es posible seguir realizando prácticas que se alejen de la monotonía sin hacer uso de productos íntimos como los que nos sugiere la tienda erótica Diversual.com.
La lista de alternativas es amplísima. Él puede darle placer a ella con un simulador de sexo oral, alternando con su propia boca para que la fémina vea las estrellas por partida doble. Por su parte, la chica tiene la posibilidad de complacer a su hombre con un vibrador que puede colocar en los testículos e incluso ir bajando poco a poco para ver cuál es su reacción.
Este tipo de nuevas experiencias son las que permiten preservar la relación en un perfecto estado. Y es que el deseo por las dos partes siempre será máximo tanto en la cama como fuera de ella. Precisamente a raíz de este aspecto surge otra clave que podéis poner en práctica.
Preliminares alejados de la cama
Aunque vayáis variando, los preliminares en el mismo lugar en el que dormís pueden acabar haciéndose algo aburridos y repetitivos. Evitarlo está en vuestras manos. Basta con que cambiéis de aires. Y es que prácticamente cualquier lugar del domicilio castellano-leonés es apta para dejarse llevar antes de la sesión de sexo final.
Así lo demuestra la cocina. La encimera puede ser aprovechada para colocarla a ella encima, mientras él de pie se recrea con su cuerpo besándole todas y cada una de sus partes. Posteriormente la misma es utilizable para disfrutar de varias posturas de penetración de lo más placenteras.
Algo similar sucede con el sofá del salón. De hecho, es el lugar preferido para los preliminares por parte de muchas parejas. Y no es para menos, ya que la comodidad se hace patente en todo momento, sobre todo si se aprovechan las distintas alturas para dejar el órgano sexual justo a la altura de la boca de la pareja.
Grabación casera para posteriores encuentros románticos
Si la complicidad es máxima entre vosotros podéis aprovecharlo para grabaros en plena sesión de preliminares. De nuevo vuelve a tratarse de algo recomendado por los sexólogos, no solo a modo de terapia. Y es que también despertará en vosotros el deseo y la lujuria cada vez que reproduzcáis el vídeo, siendo inevitable dar comienzo a otra sesión justo después.
Para tal fin tenéis dos opciones principalmente: dejar el móvil grabando en un soporte, por ejemplo encima de la mesa, o sostenerlo con las manos. En este último caso lograréis hacer escenas tipo POV –punto de vista– que os llevarán a querer darlo todo no solo para complacer al otro, sino también para que se aprecie en el contenido multimedia lo mucho que os llegáis a querer y desear.
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