La octava edición de la marcha del Chaparrín Andarín, en Padiernos, ha superado con creces a las cifras de hace un año y a las previsiones de los organizadores.

Si en 2018 hubo 936 participantes y querían llegar a los 1.100, han conseguido alcanzar los 1.271 corredores, sumados los que han tomado la salida entre las 21 horas del sábado y un día entero después, cada hora.

La recaudación, de 5.155 para la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) hace un año, ha sido de casi 3.000 euros más y ha llegado a los 7.929,06, gracias a los donativos de cada uno de los corredores.

“Todavía nervioso por las emociones de las últimas salidas, no puedo por menos que daros las gracias a todos en nombre de la Asociación Española Contra el Cáncer, en nombre de Padiernos.. y por supuesto en mi nombre”, ha dicho Toño Rebollo, el promotor de esta iniciativa en la que cuenta con el apoyo de todos los vecinos de Padiernos. “Es para estar orgullosos de lo que hemos conseguido entre todos”, ha afirmado.

Durante un día entero, cada hora sale un grupo de participantes para recorrer un trayecto de cinco kilómetros, que entregan a los siguientes un trozo de encina y un lazo verde a modo de relevo. Hay quienes no se han conformado con una vuelta, ya que uno de los participantes ha dado nueve mientras que un ciclista ha estado 14 horas sobre las dos ruedas.

Durante las 24 horas se han celebrado diversas actividades, como la exposición de arte 'Diferentes miradas' en el Museo Etnográfico de Padiernos; talleres de bachata; una salida astronómica de madrugada; castillo hinchable para los más pequeños; chocolate y churros para los andarines que han hecho el recorrido entre las 5 y las 8 de la madrugada; y un taller de gorras de paja de la mano del grupo de mujeres de Solana de Rioalmar.