En los 'Veranos de la muralla', con los tres músicos que le acompañan, entre ellos el inseparable guitarrista Gil Dor, ha cantado con sus diversos registros vocales y se ha acercado al público relatando, por ejemplo, su forma de crear 'Letters to Bach'. 

El disco, publicado este año y producido por Quincy Jones, es una idea que inició hace tres años, a modo de cartas al músico con las melodías del músico barroco, en inglés y en hebreo, en las que habla desde el cambio climático y el conflicto palestino-israelí a la eutanasia y a las redes sociales. En el caso de estos dos últimos temas ha explicado con detalle su inspiración: una mujer que quiso morir y su hija adolescente pegada a Instagram.

Israelí con raíces judías yemenita, ha dejado claro con sus palabras su talante y su llamada a la paz,  de lo que ha dado muestra en su trayectoria con sus actuaciones con músicos árabes y palestinos y con sus canciones.

Además de las misivas a Bach, ha recordado a  Sabina entonando un tema con bombín incluido, ha ofrecido varios temas a dúo con Gil Dor, además de demostrar su dominio de la percusión, como en el tema con el que se ha marchado, antes de que concediera al público dos bises.

Para despedirse, Noa (Achinoam Nini) ha hecho 'Es caprichoso el azar', de Serrat, y para concluir, su hija pequeña ha salido al escenario y, abrazada a su madre, a dúo han cantado a modo de broche su canción más popular, el tema principal de la película de Roberto Benigni 'La vida es bella'.