En un momento de “crisis del sistema político y económico”, el diputado ha reivindicado la “política noble, con filosofía de austeridad en la gestión del dinero público” y leyes de transparencia, porque “la cesta es la que está podrida, no las manzanas que hay dentro”, porque “la ciudadanía está molesta” por la “corrupción enquistada a pesar de la injusta generalización” de los que se dedican a los política.

Ha pedido nuevas formas de sanción de la corrupción, tanto “el que toma el sobre como el que lo da”, de ahí la querella de IU contra el PP y a la vez contra las constructoras a las que acusan, según ha expresado Garzón en una jornada en la que ha intervenido en un acto público y en otro con organizaciones sociales.

“Nadie espere que el partido de la Gürtel, de los sobres y de la amnistía fiscal sea quien” ofrezca soluciones a los casos de corrupción en el Parlamento, ha lamentado.

“Hasta que no cambie la correlación de fuerzas” no pueden aprobarse medidas -ha dicho- y con la actual “aritmética” en el Parlamento se ha propuesto “demostrar que hay alternativas”.

Ajuste de cuentas
“Estamos asistiendo -ha añadido- a un ajuste de cuentas interno en el PP que nos recuerda más a la mafia siciliana que a una organización responsable que tiene dar respuesta a la problemas de la ciudadanía”.

A la vez, ha pedido que los ciudadanos “no caigan en el engaño de que no hay alternativas, de que no hay solución”, que es “una cuestión desgraciada que se une a otras como la ley electoral, que depende en su resolución de aquellos mismos partidos que se benefician de ella”.

De todos, “esto no va ser siempre así”, ha añadido, porque las encuestas electorales reflejan “una tendencia muy distinta”, donde IU “gana peso y lo pierden aquellos que han sido responsables de esta crisis, en la que han estado implicados tanto PSOE como PP”.

Garzón, que ha calificado como “feudales” las ideas expresadas por María Dolores de Cospedal acerca de la mujer, ha dicho que las charlas en las que participa “intentan trasladar el Parlamento a la calle”, porque los ciudadanos “quieren hablar de política, pero no de la política de la corrupción, la mafia y la Gürtel”.