Investigadores del centro abulense, junto a los de Francia y Portugal, países que han participado en un proyecto que ha durado tres años con 1,5 millones de euros de presupuesto, han hecho balance de trabajo. El proyecto surgió “en respuesta a la necesidad de desarrollar una metodología integrada y sostenible para la conservación preventiva del patrimonio en el suroeste de Europa con el fin de ayudar a los propietarios y administradores de edificios históricos”, ha explicado el catedrático Diego González Aguilera, investigador principal del proyecto HeritageCare.

“Nos consta que es realidad el lema ‘prevenir es mejor que curar’, ya que si no se interviene a tiempo los costes de intervención a posteriori son altísimos, lo que nos lleva a proponer una medidas específicas muy disruptivas y novedosas”, ha señalado.

Y lo ha comparado con una persona que visita a su médico, que “le hace un diagnóstico que puede ser sencillo, una analítica o una radiografía, o una resonancia”. “Siguiendo ese paralelismo con los edificios, los sometemos a una serie de chequeos y, fruto de ellos, conseguimos como se va a comportar no solo al día de hoy, sino al futuro”.

Muralla

La muralla de Ávila ha sido sometida a ese estudio con la monitorización de diferentes parámetros medioambientales y estructurales “para saber cómo se comporta”, si bien aún sigue “bajo análisis”, por lo que hay que esperar a finales de agosto o comienzos de septiembre para conocer los resultados.

En el caso de la biblioteca de la Universidad de Salamanca, cuyo estado es “muy bueno” y ante “la preocupación por las visitas tan habituales a su legado de material bibliográfico”, se han elaborado “una serie de medidas concretas sobre diferentes elementos de la cubierta, de las ventanas y de los aislamientos”, ha explicado el investigador.

Los estudios sobre el patrimonio ofrecen resultados sobre “el estado a futuro en diez años”, con lo que se advierte que “si no se adoptan medidas puede empeorar” el monumento, y se muestra a su propietario con gráficos y en colores “de forma didáctica”.

Otros monumentos que han sido incluidos en el proyecto ha sido la sevillana iglesia de Jesús del Gran Poder, otros templos “perdidos” en Palencia, castillos en Portugal y fortalezas en Francia.

Dispositivos
Para llevar a cabo los diagnósticos del patrimonio se utilizan desde sensores que miden la temperatura y la humedad hasta “sensores más sofisticados con sistema de escaneado 3D que van en una mochila” para “radiografiar el edificio”, y drones que llegan a puntos inalcanzables.

Los resultados del proyecto han sido presentados en el Workshop Internacional HeritageCare, que ha contado con Ángel Luis Muñoz Nieto, director del Departamento de Ingeniería Cartográfica y del Terreno; Daniel Oliveira, investigador principal del proyecto HeritageCare por parte de la Universidad de Miño (Portugal); y  Gonzalez Aguilera.

El proyecto HeritageCare ha sido financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional dentro del programa Interreg-Sudoe.