Uno de esos objetos son las joyas personalizadas, específicamente collares y cadenas, a los que les graban el diseño o palabras que se desean, ya sea una pieza o cientos de ellas.

Esto abre un abanico de posibilidades. Desde tener accesorios personalizados para usar de forma individual, con diseños propios; hacer regalos muy detallistas con elementos relacionados con el ser querido; o llevarlo al siguiente paso: ser un diseñador de joyas y ofrecerlas al mundo con envío gratis.

Se trata de un proceso muy sencillo. Pasa por hacer el diseño con las especificaciones técnicas de Printful, en un generador de maquetas y hacer el pedido en el que se define el tipo de joya, sus características y la cantidad de piezas requeridas. Puede ser desde una hasta un lote de ciento de ellas; no hay pedidos mínimos.

Los emprendedores pueden crear su tienda virtual y conectarla a Printful para que los pedidos lleguen de forma automática. Solo se paga el pedido solicitado, nada por adelantado. Las joyas llegarán al comprador en cualquier parte del mundo como si hubieran sido enviadas por el fabricante y no por el intermediario.

La venta en línea de joyas es uno de los más novedosos servicios, pero hay muchos más. Este sistema de producción por demanda y logística coordinada permite a diseñadores, artistas y creadores hacer de su marca un estilo mundial. 

Los productos que pueden personalizarse van desde las tradicionales camisetas, a bolsos de mano, riñoneras, vestidos, trajes de baño, chanclas, sujetadores deportivos, gorras y leggins. El cliente escoge si desea una impresión o un bordado.

El emprendedor puede ofrecerlos a cualquier parte y hasta tiene la oportunidad de crear un almacén, que le ofrece Printful, o solicitar cada pieza por demanda, como en el caso de las joyas.

Para emprendedores y microempresarios es una oportunidad de hacer crecer su negocio y hacerse conocer en cualquier parte del mundo, a través de la digitalización, la globalización y un aliado comercial que le permita cumplir con las obligaciones logísticas con los potenciales clientes, sin requerir una gran estructura o almacenes que resultarían costosos para mantener el inventario a tope.