Desde este martes y hasta el 26 de abril están llamados 800 al día, más de 20.000, agrupando por vez primera en una sede las nueve en que se celebraban otros años -la Comunidad Balear y Canarias siguen acogiendo las pruebas-.

En total son más de 23.000 -un 20 por ciento mujeres- los que quieren lograr una plaza frente a los 34.000 de la anterior ocasión, lo que en el centro policial se achaca precisamente a la centralización de las pruebas, ya que quienes no las han preparado específicamente no les merece hacer un gasto de desplazamiento.

Las pruebas físicas a las que someten los aspirantes a la escala básica son similares a las que realizan los de la escala ejecutiva (que las realizaron la semana pasada): flexiones, resistencia, salto vertical, agilidad y velocidad

De quienes realicen los exámenes en la Escuela Nacional de Policía, sólo un diez por ciento suele suspender. La segunda fase serán los tests de conocimientos, ejercicios psicotécnicos, entrevista personal, examen voluntario de idiomas y reconocimiento médico, que se celebrarán en ocho puntos de España en el mes de mayo, para que antes del verano los 153 afortunados sepan que en septiembre tienen que regresar a Ávila.