Es el curso de “buen ciudadano canino” que durante jornada y media imparten expertos. “No es otra que formar a los dueños de los perros para convivir mejor con unas normas básicas de socialización”, según la concejala de Medio Ambiente, Ruth Pindado.

Pedro García Pastor, de la asociación K-9 Castilla y León, explica que a diferencia de los perros, “son muy simples, dos más dos”, los dueños son “más complicados”, porque llegan “con prejuicios que hay que limar”.

El experto les enseña un decálogo de comportamientos, como que el perro deje pasar a otra persona cuando va por la calle a dejarse en manos de otra persona cuando su propietaria se va. “A los cursos viene gente involucrada, pero nos gustaría que lo hicieran quienes no hacen las cosas tan bien”, señala.

Tras una clase teórica, “muchos se sorprenden al conocer el lenguaje corporal del perro cuando ven que no lo estaban haciendo bien”, y salen “contentos” cuando logran avances con su can.