Con una mesa informativa en la plaza de Adolfo Suárez, han reclamado mayores reconocimientos para las lenguas de signos, como la educación en bilingüismo, ya que a los niños les resulta muy atractiva, según la presidenta, Anabel Úbeda. Quienes se han acercado hasta ellos han podido aprender nociones básicas de esta lengua y presenciar un cuentacuentos.
El Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas se conmemora el 14 de junio desde 2014 porque esta fecha de 1936 se constituyó la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), entidad que junto a sus asociaciones han hecho posible que estas lenguas, la lengua de signos española y la catalana “sean valoradas en la sociedad”.
Con motivo de esta celebración, la CNSE ha hecho público un manifiesto en el que reclama la equiparación de la lengua de signos española y de la lengua de signos catalana con el resto de lenguas del Estado. Para ello, propone que se incorporen las lenguas de signos españolas en el artículo 3 de la Constitución Española, al tratarse de “lenguas tan válidas como cualquier otra para transmitir ideas, acceder al conocimiento, avanzar hacia la igualdad, y construir ciudadanía”.
Asimismo, recuerda que, si bien existen referencias expresas a las lenguas de signos en ocho estatutos de Autonomía, una ley estatal y dos leyes autonómicas, “hay que seguir avanzando en su protección jurídica”.
Enseñanza
Para la confederación, que aboga por la creación de una estrategia nacional sobre enseñanza, uso, protección y promoción de las lenguas de signos españolas, “la diversidad lingüística, su reconocimiento y su ejercicio, son una necesidad para vivir en una sociedad justa, digna, diversa y democrática en la que los derechos de todas y todos los ciudadanos valen lo mismo”.
En este sentido, quieren que estas lenguas se contemplen de manera trasversal en cualquier tipo de legislación, ya que “fomentar el uso de la lengua de signos en todos los ámbitos, es apostar por la no discriminación”.
Derechos lingüísticos
Otra de las cuestiones que plantea la confederación es la consideración de las lenguas de signos españolas “desde la perspectiva de los derechos lingüísticos”, y no solo como una herramienta al servicio de la accesibilidad. Al respecto, la CNSE se suma a una resolución aprobada por unanimidad por el Comité Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), que insta a la protección y promoción de las lenguas de signos, ya que “son un derecho en sí mismo de las personas sordas, que posibilitan la consecución de muchos otros derechos fundamentales como el derecho a la educación, al empleo, a la formación, o a la participación”.
En lo que se refiere a la necesidad de salvaguardar las lenguas de signos españolas, la CNSE alude al acuerdo adoptado en octubre de 2018 por el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el que se proponía declarar la lengua de signos española y la lengua de signos catalana y sus expresiones culturales, como bienes del Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Un procedimiento que culminará con la elaboración de un real decreto muy esperado por la comunidad sorda, ya que implica el compromiso ineludible con la difusión, transmisión, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización y revitalización de estas lenguas “largamente minorizadas”.
En esta línea, reclaman al Gobierno que apoye la inclusión de las lenguas de signos españolas en la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, “para que dejen de ser lenguas en peligro”.
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