En el juicio iniciado este martes en el Juzgado de lo Penal, el letrado del sindicato policial ha solicitado diez años de prisión para cuatro de los encausados por deltos de atentado a agentes de la autoridad, y para quinto tres años por un delito de amenazas.

El portavoz del sindicato policial, que representa como acusación particular a los dos agentes, ha calificado como “brutal agresión” el hecho, además de asegurar que ambos sufren “secuelas psicológicas permanentes”. En el caso de uno de ellos, con lesiones físicas “bastante graves” ha tenido que pasar a “un segundo plano” en su actividad policial.

Los hechos ocurrieron el 17 de julio de 2016, cuando los agentes resultaron heridos por parte de tres personas que circulaban en un vehículo que no respetó el acceso prohibido al entorno de la Plaza de Toros. Los agentes controlaban el tráfico para dar acceso a un camión que entraba a la parte de atrás de la Cubierta Multiusos para recoger los materiales de una actuación.

Según informó entonces el Ayuntanmiento de Ávila, un vehículo con cuatro personas intentó entrar en la zona prohibida, pero al recibir el alto los ocupantes se bajaron y agredieron a uno de los policías, que tras varios golpes fue arrojado al cauce del río Chico. El segundo agente fue agredido, tirado al suelo y pateado, recibiendo además puñetazos.

Uno de ellos fue atendido de fractura de peroné y fuerte contusión en el rostro, mientras que el otro sufrió variados traumatismos de diversa consideración.

A la vista oral han acudido numerosos agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional que han querido manifestar su solidaridad y apoyo a los compañeros agredidos.