Del Viernes, 26 de Septiembre de 2025 al Miércoles, 15 de Octubre de 2025

El juicio contra Jonathan de la Fuente ha vivido una segunda jornada llena de momentos impactantes desde el punto de vista emocional, debido a la reconstrucción de los hechos. Además, los forenses han descartado que el acusado por la muerte de Mónica Berlanas sufra cualquier trastorno de personalidad, por lo que es "totalmente imputable".
Tras una primera jornada en la que cerca de cien personas se concentraron a las puertas de la Audiencia Provincial de Ávila para solicitar “justicia” y en la que tanto los padres como la hermana de la fallecida tuvieron que declarar detrás de un biombo para no ver al acusado, la segunda ha estado marcada por la declaración de los forenses, así como de una vecina y la psicóloga que atiende a la niña mayor.
Pero si un momento resultó especialmente doloroso e impactante, fue el de la reconstrucción de los hechos, con fotografías de la casa, de la propia víctima y de las crueles heridas que sufrió aquel fatídico 6 de octubre de 2016, en presencia de su hija mayor, que entonces tenía 3 años.
De hecho, la Guardia Civil había advertido de la crudeza de unas imágenes que el propio acusado no quiso ver, manteniendo la cabeza mirando al suelo durante toda la proyección. Al mismo tiempo, varios de los asistentes hicieron lo mismo, mientras otros no pudieron evitar las lágrimas.
Previamente, tras la declaración de una vecina, los padres de Mónica Berlanas habían abandonado la sala entre sollozos, tras escuchar el testimonio de la mujer que acogió en su casa a las dos hermanas, después de que se produjeran lo hechos.
Ataque de nervios
Al igual que otros testigos, esta vecina declaró tras un biombo y con un más que visible ataque de nervios que no podía controlar, especialmente cuando dijo que la hija mayor, la que observó lo sucedido, se dirigió por el pasillo hacia ella “nerviosa y vomitando”. Además, relató que tenía sangre en los calcetines y que preguntaba: “¿Van a curar a mi mamá?”.
En ese momento, no sólo la vecina comenzó a llorar, también lo hizo la abuela de la pequeña y algunos familiares y amigos presentes en la sala.
Dura situación de la hija mayor
Ya en la sesión de tarde, las dos psicólogas que intervinieron en un primer momento testificaron para relatar cómo atendieron a las dos, aunque es la mayor la que continúa aún en tratamiento, al igual que los padres y la hermana de Mónica.
Según una de las psicólogas, la mayor de las hermanas habló al día siguiente de lo sucedido, señalando que vio “mucha sangre” y cómo “su papa cortaba la cabeza a su mamá con un cuchillo”, lo que le provocó una “herida muy grande”. Por ello, tuvieron que “llevarla al hospital para curarla”.
Tras decirle que su madre no iba a volver, la pequeña lloró por primera vez, para después preguntar quién le iría a buscar al día siguiente al colegio.
Pese a su “favorable” evolución, la niña sigue haciendo comentarios y en los últimos meses “tiene muchos sueños recurrentes del hecho”. Al igual que dijo el día anterior su abuela, la psicóloga relató el “miedo” que transmite a que le pase a ella lo mismo que a su madre.
Sin trastorno de la personalidad
Previamente, los médicos forenses descartaron que el acusado de asesinato, que el primer día no quiso declarar, sufriera algún trastorno de la personalidad. Además, indicaron que durante la entrevista que mantuvieron con él, realizó un "relato frío de los hechos" y no tuvo una "conducta impulsiva", ya que "sabía perfectamente que estaba haciendo el mal".
Tras tomarle declaración en la cárcel de Segovia, donde el acusado se encuentra en prisión provisional desde que sucedieron los hechos en Arévalo, los médicos forenses certificaron que no presentaba "alteración psicopatológica", ni "trastorno de la personalidad".
En este sentido, señalaron que el acusado "era consciente de la situación" y que su conducta no fue "impulsiva", porque llevaba tiempo pensando en la situación, teniendo en cuenta que Mónica Berlanas se quería separar y que, además, estaba iniciando una nueva relación con Rubén Martín, con quien quedó varias veces y le mandó mensajes.
Al ser preguntado uno de los forenses por el abogado de la acusación particular si Jonathan de la Fuente es una persona imputable, su respuesta ha sido: "Es totalmente imputable".
Otro de los forenses sostuvo que tras la entrevista llegó a la conclusión de que De la Fuente "no presentaba arrepentimiento" por lo que había hecho, "salvo por las consecuencias sobre sus hijas", ya que según ha apuntado un guardia civil, en el cuartel "rompió a llorar porque no quería que se quedaran con la familia de la madre (Mónica Berlanas)".
perezosa | Miércoles, 08 de Mayo de 2019 a las 10:23:32 horas
justicia patriarcal
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