Según Asaja, en el caso de la novilla, los cánidos "le han arranco una ubre y tocado el intestino". La organización agraria ha asegurado que el ganadero afectado "está poniendo todos los medios a su alcance para que sobreviva" la res herida, aunque cree que "nada se podrá hacer por su vida", lo que elevaría a tres las reses perdidas.

El presidente provincial de Asaja, Joaquín Antonio Pino, ha insistido en que "o se crean reservas donde estén los cánidos o habrá más lobos que ganaderos en los próximos años".

Asimismo, ha señalado que las indemnizaciones establecidas por ataque desde la Junta de Castilla y León son "insuficientes", ya que "no cubren la totalidad de los daños producidos a la explotación, ni los emergentes, ni el lucro cesante, ni los costes de sustitución".

Por ello, considera "necesario cuantificar cada uno de estos costes para poder obtener una valoración objetiva del impacto económico que los siniestros producidos por los ataques de los lobos han tenido sobre la explotación ganadera". En este sentido, Pino ha señalado que así se está haciendo por parte de ASAJA Ávila para "reclamar por la vía judicial".

También se pregunta "cuántas muertes tiene que haber en este 2019 para que exista un control poblacional del lobo", tras la creación de la Plataforma de Ganaderos de Ávila, cuyas pancartas sólo permanecieron colgadas unas horas en dos de las principales entradas a la ciudad, ya que fueron retiradas según ha denunciado Pino. "Pesa más el tiempo electoral, que la reivindicación de cientos de ganaderos de Ávila", ha asegurado.