En cuatro pases en la noche del sábado (desde las 20,30 y 22 horas) y con una duración de diez minutos, los juegos de luces se han apoderado del convento mediante la técnica del videomapping 3D, en una proyección sincronizada con la imagen y acompañada de iluminación robótica y efectos especiales.

Entre el colorido han aparecido textos de Santa Teresa, los Cuatro Postes o San Juan de la Cruz, entre otros elementos del imaginario teresiano.

40.000 lúmenes y entre 40.000 y 45.000 vatios de sonido han hecho posible el espectàculo acompañado de música en vivo del compositor y guitarrista Raúl Olivar, acompañado por una banda compuesta por bajo, flauta travesera y percusión, en un montaje ideado por la empresa Xtrañas Producciones.

Paradójcamente, a la misma hora en que comenzaba el primer pase del espectaculo se apagaban durante una hora, con motivo de 'La hora del planeta', la nueva iluminación de los Cuatro Postes, la muralla y la cercana fachada del Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación.