La arqueo antropóloga italiana Ginevra Panzarino ha analizado los restos aparecidos analizando los datos antropométricos de los cuerpos completos excavados en San Juan del Olmo, las patologías e incluso la causa de la muerte.

Según ha explicado, entre los difuntos había una mujer y dos hombres. Ella “pudo haber fallecido por un absceso producido por una infección bucal”, y de uno de los hombres no se ha podido determinar la causa del deceso. “Sin embargo, el otro cuerpo presenta signos evidentes e violencia perimorten que le causaron la muerte”, donde “la mandíbula y las clavículas aparecen seccionadas por una hoja contundente” y “aunque el impacto no alcanzó órganos vitales, las heridas brutales le causaron la muerte”.

Juan Pablo López, arqueólogo del proyecto Terra Levis, ha explicado que estos resultados preliminares “permiten asociar este enterramiento a los acontecimientos de Grajos de 1813”, si bien “los análisis deben continuar para confirmar estos hechos”.

Por un lado, se van a datar con métodos radionucleares los restos aparecidos, y se va a llevar a cabo una segunda campaña de excavaciones arqueológicas en este lugar.

Fue el 20 de enero de 1813 cuando tropas de élite imperiales dieron caza en Grajos, que ahora se denomina San Juan del Olmo, a los húsares o tropas de caballería de Carabanchel comandados por el teniente coronel Fernando Garrido.

Tradición

El suceso fue rastreado partir de la tradición oral que hablaba de la existencia de un tal Garrido que habitó en la zona, “que según el paisanaje debió ser un guerrillero, un bandolero o un maqui”. Al buscar sobre él hallaron detalles del hecho en la Gazeta de Madrid, que publicó: “El 20 del corriente, á las nueve de la mañana, los cazadores de Zamora, en número de 25 hombres, mandados por su bravo capitán D. Francisco Florian, sorprehendieron en el pueblo de Grajos la banda de Garrido, conocida con el nombre de húsares francos de Carabanchel (…) El teniente coronel Garrido se ha escapado sin sombrero ni armas: su ayudante mayor Buenaventura Suñon ha sido muerto (…) Por nuestra parte no hemos tenido muertos ni heridos en esta acción”.

A raíz de estos, el proyecto arqueológico Terra Levis comenzó la reconstrucción de “un relato que nos hablaba de sucesos que se habían diluido en la memoria del paisaje”, por lo que iniciaron la búsqueda de restos e inició la excavación del humilladero de San Juan del Olmo.

El pasado mes de agosto tres cuerpos completos y restos de distintos individuos dispersos por la zona, entre los que llamó la atención uno de ellos, con un corte limpio en la clavícula, que podría ser uno de los húsares muerto en combate contra las tropas imperiales.

Colaboración
Por otra parte, Terra Levis y la Universidad de Perpignan (Francia) van a firmar un convenio para que los estudiantes realicen análisis palinológicos y paleoparasitológicos para conocer el medio ambiente de la época, la alimentación y las enfermedades parasitarias de estos individuos.

Además, estudiantes de arqueología franceses acudirán el próximo verano a la campaña de excavación, y se han planteado trabajos de prospección para la localización de los restos de los primeros homínidos que habitaron en la provincia de Ávila. VincenzoCeliberti, de la Universidad de Perpignan, y María Blanco, Terra Levis, desarrollarán estos trabajos, cuyos inicios se remontan a 2011 con la presentación de los primeros hallazgos.