“Nos conocen poco hasta que no se sufre la enfermedad”, señala la presidenta, Isabel Porres. Cuentan con 676 socios y la crisis los reduce, a pesar de lo que no hay disminuido los servicios que prestan, pero temen que pueda ocurrir porque “Ávila se encuentra a la cola frente a otras provincias” con más socios y aportaciones.

“No se puede prescindir de ningún programa”, ha dicho en la presentación de las previsiones para todo el año, señalando la importancia que tienen, desde el programa del nuevo programa de primer impacto, que se presta a quienes reciben la noticia de la enfermedad, a los de deshabituación tabáquica, o los que se imparten en colegios e institutos, y los de voluntariado de prevención, que se prestan tanto en los hospitales como a domicilio. A partir de marzo se prestará también apoyo en la Unidad de Paliativos del Hospital Provincial.

Programas
Uno de los programas es el de psico-oncología, que ofrece testimonios de quien han sufrido cáncer y que llega a 280 pacientes al año, según la psicóloga Ana Ramiro, y que incluye terapias de grupo, grupos de autoayuda y la formación de voluntarios, “muchos de ellos que han sido enfermos”, además de la atención a los cuidadores, que sufren “incluso con más fuerza los efectos de la dolencia” y que son el 60 por ciento de los atendidos en esta iniciativa.

Entre las actividades previstas se encuentra el encuentro de mujeres mastectomizadas de Castilla y León, al que acudirán 700 en octubre, y un mercadillo que venderá productos y elementos elaborados y aportados por voluntarios y socios para obtener beneficios para la asociación.